Un día antes de que se realice la reconstrucción del crimen, la justicia procesó con prisión preventiva a los tres policías de la Ciudad acusados del homicidio calificado de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado a balazos en Barracas. Los tres procedieron de forma "arbitraria, irracional e ilegal" y luego "urdieron una trama para tergiversar los hechos”, escribió el juez de Instrucción Martín Del Viso en la resolución que responsabiliza sin margen de duda a Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, a cada uno de los cuales, además, trabó un embargo de 1.800.000 pesos sobre sus bienes. "Es histórico. Hace dos semanas era un enfrentamiento, los pibes estaban presos y los policías, libres. No salen más”, consideró el abogado Gregorio Dalbón, que representa a la familia de Lucas.

En el fallo, el juez Del Viso procesó a los tres policías por homicidio doblemente agravado "por haber mediado alevosía y por haber sido cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones", en concurso ideal con la "tentativa de homicidio agravado por idénticos incisos" de los tres amigos que iban con el adolescente al momento del ataque. También los consideró "coautores materiales" del delito de "falsedad ideológica" y de la "privación ilegal de la libertad" de los tres chicos que fueron detenidos tras los disparos.

La persecución que terminó con el ataque a balazos fue "arbitraria, irracional e ilegal”, escribió el juez. "El personal policial sin motivos suficientes (…) y sin realizar ningún tipo de acto previo (…) tomó la decisión de sobrepasar el vehículo de las víctimas y cruzarlo impidiéndoles el paso. Posteriormente a ello, reitero, sin ningún tipo de dato objetivo que les permitiera inferir que su vida peligraba, optaron por descender del vehículo con el arma en mano en inmediata condición de uso, a plena luz del día en una zona poblada de la Ciudad de Buenos Aires y en el medio de una avenida", añadió en la resolución.

"Como si esto fuera poco, no solo sin contar con absolutamente ningún dato objetivo, sino sin que su vida corriera riesgo, (…), atentaron contra la vida de quienes circulaban a bordo de ese rodado y culminaron triste y lamentablemente con la vida de un adolescente de tan solo 17 años de edad", detalló Del Viso. El magistrado hizo "especial hincapié en que se han despejado todo tipo de dudas" respecto a que las víctimas "no contaban con ningún elemento relacionado con un arma de fuego, ni con un elemento contundente que le hubiera permitido al personal policial suponer que podían atentar contra su integridad física”.

"El camino emprendido por los encartados lamentablemente no terminó con la injustificable balacera propinada luego de la arbitraria, irracional e ilegal persecución", sino que luego los tres policías "urdieron una trama tendiente a tergiversar los hechos, en principio con éxito habida cuenta que los adolescentes fueron privados de su libertad a resultas de las falsedades volcadas en el legajo", advierte el escrito. "Incluso, se habría plantado la réplica de un arma para intentar dar cobijo legal a su ataque", señaló Del Viso.

El juez entendió que existen riesgos procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación si los tres policías siguen en libertad, por lo que avaló el pedido del fiscal Leonel Gómez Barbella para mantener la prisión preventiva a todos. Sin embargo, rechazó los agravantes de crimen por placer y premeditación de dos o más personas, que había solicitado Gómez Barbella.

La instrucción continúa con peritajes sobre las comunicaciones que se mantuvieron entre policías a través de ocho teléfonos celulares, las imágenes registradas por un una cámara de seguridad y la reconstrucción del crimen, que se realizará mañana.

La diligencia para reconstruir el crimen en el lugar de los hechos, que está convocada a las 9 de la mañana, había sido suspendida la semana pasada a raíz de una presentación de la defensa de los tres policías ahora procesados, que estarían presentes en Barracas, igual que los seis policías imputados por encubrimiento (dos comisarios, un subcomisario, un principal y dos oficiales). El procedimiento comenzará en el cruce de las calles Luna e Iriarte, a metros del club Barracas Central, desde donde salieron los jóvenes de entrenar cuando fueron interceptados por los integrantes de la Brigada deInvestigaciones de la Comuna 4 hoy detenidos.

Según los informes balísticos preliminares realizados por la Policía Federal (PFA), se encontraron cuatro proyectiles en el auto: uno en el parabrisas, uno en el ventilete trasero, uno en el lado izquierdo del guardabarros trasero y otro en el respaldo del asiento delantero que ocupaba Lucas.