El Juzgado de Garantías Nº6 de Morón elevó ayer a juicio oral la causa por la que se investiga al cura Julio César Grassi, y a otras 10 personas, por desvío de fondos y alimentos originalmente destinados a la fundación Felices los Niños, que fueron trasladados a la unidad penitenciaria 41 de Campana, en donde el cura estaba detenido. Con esta resolución Grassi queda al borde de una tercera condena, que se sumaría a los 15 años que deberá cumplir en prisión por abusar sexualmente de niños que vivían con él en la Fundación, y a la condena del pasado 14 de noviembre que estableció dos años de prisión en suspenso por desviar fondos de la ONG para pagar el alquiler de la casa quinta La Blanquita, a la que se mudó cuando la justicia le prohibió seguir viviendo en la sede del organismo que presidía, en 2002.

La jueza Lucía Casabayó advirtió que hay “indicios vehementes y elementos de convicción suficientes para suponerlos ‘prima facie’ coautores penalmente responsables del delito de peculado reiterado (en dos hechos)” a Grassi y a las otras diez personas imputadas.

“Es un juicio oral en el que Grassi no tiene salida. Están todos los delitos filmados y corroborados de punta a punta”, aseguró en diálogo con PáginaI12 el abogado querellante, Juan Pablo Gallego. Esta tercera causa contra Grassi surgió en 2014 a raíz de la denuncia realizada por el director de la Fundación Felices los Niños, Juan Manuel Casolati, ante la Fiscalía número 8 de Morón, por el faltante de donaciones. Un programa de televisión filmó el ingreso de los camiones con la donaciones para la ONG en el penal de Campana, en donde el cura cumplía prisión preventiva por la causa de abuso. “En el programa quedó todo registrado. Aparece filmado cómo eran los elementos que se transportaban, se ven los colaboradores de Grassi que también irán a juicio oral, se ve cómo suben los alimentos al camión y cómo los llevan hasta la cárcel”, señaló Gallego y agregó que esta causa “cierra el círculo de la perversidad de Grassi, que violó a los chicos, desvió sus fondos a la quinta La Blanquita y además les robó los alimentos. No dejó delitos sin cometer”. El abogado opinó que la pena por esta nueva causa “no va a ser menor a 5 años de cárcel, que se sumarán a los que ya tiene por las otras causas”. 

La primera causa contra Grassi por abuso sexual agravado de menores de edad que vivían con él en la Fundación se inició en 2002, pero no fue hasta 2009 que recibió una condena a 15 años de prisión por parte del Tribunal Oral de Morón, y recién tras la confirmación de la Corte Suprema bonaerense fue apresado en 2013. En marzo de este año, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena para Grassi. Al mes siguiente, la defensa del religioso pidió que se lo beneficiara con la ley del 2x1, que hubiera reducido la pena a 13 años, pero el Tribunal Criminal Nº 1 rechazó el pedido, al darle lugar a un recurso de reposición interpuesto por Gallego. El abogado querellante dijo a este diario que el lunes hizo una nueva presentación para aplicar a Grassi la nueva ley 27.362, que implicaría sumarle un año y nueve meses a la condena vigente por abuso sexual.

La otra condena que pesa sobre el cura fue dictada el 14 de noviembre del año pasado por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Morón, por el delito de peculado, a raíz del desvío de fondos de la Fundación para pagar el alquiler de la quinta La Blanquita, en el partido bonaerense de Hurlingham, a la que se mudó cuando la justicia le prohibió vivir en la sede de la ONG cuando en 2002 se denunciaron los casos de abuso.