El sector agropecuario busca moldear la agenda ambiental que el Gobierno se comprometió a profundizar en los foros internacionales. De cara a próximas promesas de reducciones de las emisiones de gases efecto invernadero, en las cuales el campo tiene un papel relevante, el Consejo Agropecuario Argentino (CAA) señaló que "no creemos conveniente que el Gobierno lance iniciativas que no tengan respaldo desde lo productivo, ambiental y técnico"

La entidad entiende que hacia el interior del Gobierno no hay una postura clara sobre qué camino adoptar a la hora de evaluar la situación ambiental del campo, por lo cual busca poner límites a la discusión sobre el modelo, en particular, en las críticas hacia la producción ganadera nacional.

La política ambiental alrededor de la reducción de emisiones de gases efecto invernadero no sólo tiene un impacto económico a nivel macro, en relación a decisiones de inversión de los gobiernos, la posibilidad de prescindir de divisas para evitar la sobreexplotación de un ecosistema o asumir costos económicos por la protección ambiental. También se juegan fuertes intereses corporativo-sectoriales.

En este sentido, el CAA pidió "revisar los sistemas de medición del balance de carbono en los Inventarios Nacionales e impulsar la medición real de los diferentes sistemas productivos, en particular, la ganadería y bosques". 

Según datos oficiales, el capítulo de agricultura, ganadería y silvicultura explica más de una tercera parte de la emisión de gases efecto invernadero por parte de la economía nacional. En particular, la ganadería explicaría una quinta parte de las emisiones totales a raíz de la expulsión de gases a la atmósfera por parte del ganado. Pero además, Argentina está entre los diez países con mayor pérdida neta de bosques en el período 2000-2015 y la ganadería es responsable de ello junto al avance de la frontera agrícola.

El agro sostiene que es necesario modificar la forma de medición de estas emisiones. “Contabilizar la captura de carbono del sector, y no solo sus emisiones, es la clave para cambiar la imagen de la ganadería y pasar incluso a una ecuación con balance positivo. Hay una batalla científica que el sector debe librar”, dijo Adrián Bifaretti, del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), al portal Diálogo Chino. La captura de carbono viene dada por la acción biológica natural de parte de ecosistemas como bosques o pastizales.

Por otro lado, el CAA pide la "elaboración de un documento de política pública que incluya los aportes de las bioenergías en la transición energética y una evaluación integral de la misma al 2030 y al 2050 para su posterior implementación en la matriz energética nacional", y agrega que "se debería revisar la legislación contraria a dichos objetivos, tal como la Ley de Biocombustibles y la modificación de la Ley de Manejo del Fuego".

La Ley de Biocombustibles mantuvo el corte del 12 por ciento con el aporte en partes iguales de bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y de biomasa derivada del maíz, aunque le atribuye al gobierno la posibilidad de una reducción de 3 puntos en el caso del maíz. El corte obligatorio de biodiesel de soja en gasoil se redujo del 10 al 5 por ciento, con una eventual rebaja adicional hasta el 3 por ciento. Los biocombustibles forman una parte importante del negocio agroindustrial. 

"Esto tiene que ver con la agenda que le sigue a la COP26 de Glasgow. La estrategia de largo plazo en relación al cambio climático es fundamental, porque define el futuro de los 30 años que vienen para la economía de Argentina", sostuvo Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC, entidad que agrupa a las empresas cerealeras.