Siendo aún el indicador que más demora en sacar la cabeza del pozo, el consumo masivo tendrá un fin de año nada despreciable en los números generales. Según información interna de las grandes cadenas a las que accedió Página I12, la demanda en ese segmento, sobre todo en el rubro Alimentos y Bebidas, está comportándose a un ritmo muy por encima del fin de año del 2019 y casi igual que en el 2020.

El dato surge del “pulso” del consumo que miden las cadenas, una especie de clima de ritmo de ventas que, en este diciembre, se muestra 10 puntos por encima de los niveles del 2019. Si se lo compara con 2020, hasta ahora, ese pulso refleja una caída de cerca de 5 puntos en unidades vendidas, contra el diciembre del año pasado que fue un verdadero boom de consumo teniendo en cuenta el inicio del fin de las restricciones de circulación. 

Fuentes del sector relataron que, en los últimos seis años, las ventas navideñas en los super se venían demorando y quedando para los últimos días previos a Navidad, pero que ahora los plazos se aceleraron. En general, las compras se hacían recién después del 22 de diciembre. 

En este contexto, el rubro que más crece es alimentos y bebidas, pero sobre todo lo que es bebidas alcohólicas para las fiestas. Los super ven ventas altas en vinos de todas las categorías, en espumantes y sidras. Este rubro sube, inclusive, sobre los niveles del 2020. Sí alertan los comercios sobre un fenómeno que es curioso: ante la mayor demanda, la oferta no es tan voluminosa, porque una parte de los proveedores especulan en no ofrecer ante el congelamiento de precios que aún rige hasta el 7 de enero del 2022. 

Otra de las razones que explican la mayor demanda en los supermercados son los precios. Los esquemas de congelamiento, canasta y Precios Cuidados que instauró el Gobierno Nacional, pusieron a esas superficies como los garantes de la estabilidad en los bienes de consumo masivo. Se estima, así, que los valores de un mismo producto tienen hasta un 30 por ciento de diferencia entre los grandes super y los comercios chinos o de cercanía. El rubro que más llama la atención son las bebidas con alcohol, que históricamente fueron más baratas en el barrio y hoy revirtieron la tendencia y son los que empujan el indicador de expectativa de los grandes comercios. 

Resta saber si este empuje de diciembre terminará redundando en un año con el consumo general empatado, creciendo o si sigue aún en rojo. Scentia es la consultora privada que mide la demanda en supermercados. En octubre, la mejora fue de 4,7 por ciento, luego de un julio con alza de 1,7, un agosto empatado en cero y septiembre creciendo al 2. Asimismo, en noviembre el alza fue de 5,4 por cientos, quinta alza consecutiva y, si diciembre empuja, el consumo anual podría salir de números negativos en este 2021.

En los números de noviembre se observa que, por ejemplo, las grandes cadenas tuvieron una mejora de 3,3 por ciento y los autoservicios independientes de 7,3 por ciento. En paralelo, los números del año siguen en rojo, con una caída del 2,9 por ciento que podría ser revertida con una cifra igual de positiva en el último mes del año. La cifra de Scentia de noviembre refleja además, como se contó más arriba, la mayor demanda de bebidas con alcohol, un rubro que ese mes tuvo un crecimiento de 12,5 por ciento y fue el más activo después de Consumos Impulsivos (golosinas y snacks), que creció 22,3 por ciento.