“Debido a mi mala posición estaba escaso de fotos, casi desesperado. Es la única explicación que encuentro para haber seguido con mi cámara lista para disparar. Era una pelota fácil de atrapar para el arquero inglés. Pero se dio una maniobra extraña en la cual apareció Maradona. Y yo apreté el obturador. Lo que sigue es conocido: Diego salió con su puño en alto festejando el gol. Los ingleses protestaron. Yo intuía que el gol había sido con la mano, pero no lo podía asegurar. No sabía bien qué tenía en los rollos.

Mientras revelaba recibí un llamado desde Buenos Aires: en la agencia preguntaban ansiosos por la foto del gol con la mano. Todavía no sabía si la tenía, y mucho menos tenía idea de que estuviera procesando una de las pocas imágenes que congelaron ese instante.”