Los dos detenidos por el crimen de Nancy Videla, la mujer que fue halada asesinada a golpes y sepultada en una casa de Ingeniero Budge, tras una semana de permanecer desaparecida, fueron procesados con prisión preventiva por el femicidio. Con la medida, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 1, que actuó desde el inicio de la desaparición, dejó asentado que considera como “coautores” del crimen a los únicos detenidos, Damián Lezcano Mendoza, de 70 años, y su sobrino Claudio Andrés Lezcano, de 29. En ambos casos, están procesados por “homicidio agravado por haber sido cometido en perjuicio de una mujer con ensañamiento mediando violencia de género”, un delito que tiene como única pena la prisión perpetua. Sobre cada uno de los procesados, el juzgado trabó un embargo de cinco millones de pesos.

En el auto de procesamiento, el juez de instrucción Diego Javier Slupski fundamentó el agravante por ensañamiento en base al "dolor o sufrimiento excesivo e innecesario que se le produce a la víctima con el fin de ocasionarle la muerte".

El juez atribuye a tío y sobrino "haber participado activamente en el marco de un plan coordinado en el que hubo división de tareas tendientes a quitarle la vida a Nancy Beatriz Videla, de forma violenta presumiblemente en el marco de una agresión sexual y por su condición de mujer”. Los Lezcano “golpearon y asfixiaron a su víctima en el interior de la finca de mención hasta darle muerte", agrega el juez, que estableció que el crimen fue cometido el 26 de noviembre luego de las 19, en una de las habitaciones de la casa de la calle Bucarest 2531 de Ingeniero Budge, donde fue descubierto el cuerpo la noche del 2 de diciembre.

Slupski reveló en el procesamiento que el cadáver fue hallado sepultado a 45,5 centímetros de profundidad y dentro de una bolsa de consorcio, que presumiblemente fue un "amortiguador" el elemento con el que a Nancy le fracturaron el cráneo, y que quedó probada la relación que tenían la víctima y Lezcano Mendoza por mensajes y audios extraídos de su propio celular, en el que luego del crimen el procesado borró los chats que había mantenido con ella.

El magistrado Slupski dio por probado que "Nancy Videla arribó al domicilio del encausado pasadas las 19”. Dos testigos dieron cuenta de que ese día, luego de esa hora, "la puerta de la habitación de Lezcano Mendoza se hallaba cerrada y un parlante colgaba del lado de afuera con la música a todo volumen para tapar los sonidos de lo ocurría dentro de la habitación, método que conforme los testigos era habitual cuando Videla visitaba al nombrado y se encerraban en la habitación".

Además, identifica como la posible escena primaria del crimen a la "habitación que ocupaba Lezcano Mendoza", donde se hallaron "muestras biológicas" y manchas de "presunto tejido hemático" que reaccionaron a las luces forenses en pared, piso, cara interna de la puerta de madera, en las patas de dos sillas y en un amortiguador.

"Videla fue ultimada de manera violenta por los aquí imputados dentro de la mentada habitación, en una secuencia de agresión en la que primeramente fue atacada con un elemento cortante que le produjo las heridas de defensa mencionadas por el médico forense", señala el procesamiento.

El juez describe que la mujer fue "asfixiada generándole las lesiones acreditadas en el cuello, golpeada en el ojo, logrando su indefensión, para luego blandirle un elemento con la suficiente masa -posiblemente el amortiguador- como para partirle el cráneo y ocasionar su deceso”.

El juez advirtió que no es posible descartar "la participación de terceras personas”, por lo que afirma que "Damián Lezcano Mendoza no actuó solo, sino que recibió la cooperación de Claudio Andrés Lezcano, atento la cercanía que tiene con éste”. La colaboración pudo ser "tanto en la acción en la que se le dio muerte a la joven como así también en la acción de excavación y entierro de los restos de Videla en procura de ocultar el delito”.

Slupski volvió a remitir la causa a la justicia de Lomas de Zamora, donde quedará a cargo del fiscal José Luis Juárez y del Juzgado de Garantías 5, ya que el crimen se perpetró en ese partido.

Nancy Videla desapareció el viernes 26 de noviembre por la tarde. Cámaras de seguridad callejeras registraron que salió de un edificio de avenida Santa Fe al 3770, donde trabajaba, y tomó un colectivo hasta Constitución. Otro video la registró cruzando el hall allí a las 17.36 para abordar el tren de la línea Roca. En Lanús, otra cámara la tomó a las 18.12 subiendo a un colectivo de la línea 283, con rumbo hacia Villa Albertina, donde vivía y adonde nunca llegó.