A la doctora Gladys Ferruci, jefa del vacunatorio del Hospital Zubizarreta, le dio "lástima" ver, en marzo, cómo se vencían vacunas "muy importantes" del Calendario Nacional destinadas a los chicos. Es una escena puntual que grafica una tendencia que viene desde hace algunos años y que la pandemia acentuó. Con la covid llevándose todo el protagonismo, la sociedad está postergando la inmunización con las otras 20 vacunas del Calendario. Las fuentes consultadas por Página/12 coinciden en que el sarampión se presenta como el mayor riesgo.

"Hace ya más o menos cinco, seis años que viene en descenso la cobertura, sobre todo en niños pequeños menores de un año, ingreso escolar, adolescentes y personas gestantes. Con el confinamiento bajaron drásticamente. Y este año, que no hubo confinamiento, no se pudieron recuperar del todo las coberturas", sintetiza la coordinadora del Programa de Control de Enfermedades Prevenibles por Vacunas del Ministerio de Salud bonaerense, Alejandra Gaiano.

Florencia Bruggesser, infectóloga, integrante de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), cree que este es un tema "preocupante". "La Argentina tiene uno de los calendarios más completos, cubre muchísimas enfermedades y gracias a ello se han podido eliminar algunas y controlar otras. Se han eliminado la polio, el sarampión, la rubéola. Se ha controlado la hepatitis A. Se comenzó una nueva estrategia en 2005 y gracias a eso dejamos de tener hepatitis fulminantes en niños y trasplantes por esta patología. La tos convulsa fue causa de muchos brotes en otros momentos. Con varias estrategias se logró disminuir la mortalidad en menores de seis meses y embarazadas. Son muchos los ejemplos de la importancia de la vacunación. Fueron muchos los logros y es importante mantenerlos", subraya. Junto a otras entidades, SAVE elaboró en octubre un documento con estrategias posibles en pos de ese objetivo.

La alarma del sarampión

El fenómeno es mundial. En julio la OMS y UNICEF indicaban que en 2020 23 millones de niños no habían recibido las vacunas básicas (3,7 millones más que en 2019). Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, alertaba sobre el peligro para los chicos de contraer "enfermedades devastadoras pero prevenibles": sarampión, poliomielitis, meningitis. "La pandemia y las perturbaciones relacionadas con ella nos han hecho perder un terreno valioso, y las consecuencias se pagarán en las vidas y el bienestar de lo más vulnerables, algo que no podemos permitirnos", afirmó entonces Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

En el país, este panorama devuelve la reemergencia de algunas enfermedades. Hay casos de tos convulsa y de meningitis por haemophilus influenzae B. Lo más alarmante es la amenaza del sarampión. "No tenemos casos, pero tenemos muy bajas coberturas. Brasil tiene un brote tremendo. Es algo que estamos trabajando mucho, mejorando la capacidad de vigilancia de los laboratorios y de diagnóstico de los médicos. Como es una enfermedad eliminada, muchos pediatras no la vieron en 20 años, entonces no la sospechan. Se presenta muchas veces con pocos síntomas. La falta de sospechas, la apertura de fronteras y las bajas coberturas hacen que estemos en riesgo gravísimo", advierte Gaiano.

"En menores de un año el sarampión es mucho más mortal que la Covid y mucho más contagioso. Un caso puede infectar a entre 12 y 16 personas. Es importante que todos los adultos tengan dos dosis", añade. Desde 2000 que no hay casos autóctonos. El último brote fue entre 2018 y 2019. "En general, el ingreso al país se da por personas adultas que viajan y no están vacunadas e infectan a niños, sobre todo a los más vulnerables socioeconómicamente."

Bruggesser plantea que lo aprendido en torno a las nuevas variantes de coronavirus aplica para el sarampión, "una de las enfermedades más transmisibles", ya que queda "suspendida en el ambiente hasta dos horas" y se contagia "incluso sin haber estado en contacto con la persona".

Informe del Ministerio de Salud

El Ministerio de Salud de la Nación presentó recientemente un informe que indica descensos progresivos entre 2009 y 2019 en la vacunación de recién nacidos, lactantes y chicos de un año de vida que rondan entre los 12 y 15 puntos. Lo mismo se ve con la cobertura de vacunas del ingreso escolar: bajaron 15 puntos entre 2009 y 2019. En el período hubo mejoras en los casos de adolescentes y embarazadas, pero el crecimiento en los primeros se detuvo en 2019 y en las segundas se ve una tendencia decreciente a partir de 2018.

El descenso continuó en 2020, más notoriamente en los chicos que ingresan a la escuela y adolescentes. La reducción porcentual es global y el mayor impacto está en marzo y octubre de 2020. El descenso promedio comparando con 2019 es de 10 puntos. El año pasado ninguna vacuna del calendario en ningún grupo etario superó el 80 por ciento de cobertura a nivel nacional.

"Este impacto negativo ha sido general, para todas las vacunas del CNV en forma simultánea y podría deberse a la situación de confinamiento, la readaptación que debieron de sufrir los servicios de vacunación en sus actividades en contexto del inicio de la pandemia, una disminución en la demanda de la población por las vacunas, barreras de acceso secundarias a las limitaciones en la movilidad y/o acceso al transporte público, y al temor que podía generar en individuos --en general sanos-- el concurrir a los servicios de vacunación y contraer Covid-19", sugiere el documento.

"Lo que veo es que los padres piensan nada más que en la vacuna de covid para los chicos, dejando aparte el Calendario. O se les atrasan las vacunas. Tardaron mucho en venir los chicos. Las clases se abrieron más tarde. También hubo padres que a lo mejor pensaban que era peligroso traer al chico. Ahora las coberturas han lentamente aumentado", dice Ferruci. "Hemos ido a colegios de la zona con enfermeras y con eso hemos mejorado bastante, no digo mucho, las vacunas de ingreso escolar y 11 años", cuenta.

Para la doctora, hace falta "fortalecer la llegada de información". "Desde el Estado Nacional va a haber un reforzamiento en la publicidad, con una campaña, más o menos a mediados de este mes. Y se dispondrá otro tipo de manejo con turnos. Hay que ver qué nos ha enseñado la covid. Nuestro vacunatorio está dentro de un área verde. No hay personas infectadas, no es una guardia, no se acumulan personas", completa, para dejar en claro que los vacunatorios son espacios seguros.

Estrategias para cambiar los números

Gaiano detalla que en la provincia de Buenos Aires la cobertura es de 80 por ciento en triple viral (sarampión, rubéola, parotiditis) y de 79 en ingreso escolar. La meta está lejos: 95 por ciento. A mitad de año el escenario parecía todavía menos favorable; los números ascendieron en parte como resultado de la Semana de la Vacunación, con estrategias que se replicaron en los 135 municipios de la provincia. Fue en octubre.

"Fueron acciones intensivas y se recuperó bastante. Cada municipio generó su plan estratégico. Se hizo folletería, se salió a vacunar a escuelas, plazas, clubes, casa por casa. La prioridad en ese momento eran niños y niñas menores de seis años, adolescentes y gestantes", describe la funcionaria. Se vacunaron 24 mil personas. "Se extendieron los horarios de los vacunatorios, había gazebos en las postas de vacunación de covid con las vacunas del Calendario, se revisaron los carnets en las escuelas", completa. Pero "una semana no alcanza para revertir las cifras". La acción fue un disparador para otros movimientos, como cursos de actualización para vacunadores.

En el mismo mes, el Ministerio de Salud de la Nación y UNICEF encararon la campaña VacunAcción, orientada a quienes tenían dificultades en el acceso a la información para incentivarlos a completar su esquema. En las redes, a través de un juego de preguntas y respuestas sobre la historia, mitos y realidades sobre vacunas, se buscó sensibilizar a las familias, responsables y cuidadores de niñas, niños, adolescentes y personas con factores de riesgo y ofrecer datos sobre las que son obligatorias y gratuitas y los lugares donde podían encontrarse.

Causas

"El nuestro es un país pionero. Tenemos un calendario muy bueno, con muchas vacunas. Mucha gente confiaba mucho en el programa. Teníamos buenas coberturas. Había muy pocos grupos antivacunas", dice Gaiano. Es multicausal el fenómeno por el cual las coberturas han disminuido. "La pandemia, el confinamiento... también la crisis económica previa a la pandemia, que hizo que las personas tuvieran dificultades de acceso. Ahora la percepción de riesgos con respecto a las enfermedades prevenibles por vacunas bajó. Prefieren esperar: no lo ven importante. En algunos casos, los padres prefieren no vacunar con las vacunas del calendario. Tienen miedo de que todo junto (por la covid) les haga mal a los chicos", analiza la funcionaria. A estas razones, Bruggesser suma los aislamientos estrictos en algunas jurisdicciones y la sobrecarga del personal de salud en tareas vinculadas a la covid.

El movimiento antivacunas también influyó. "Cuando se genera desconfianza, o consignas contra una vacuna, muchas veces lo que pasa es que se difunde hacia otras vacunas o el programa de vacunación", opina Gaiano. Bruggesser agrega: "Argentina no tiene poblaciones antivacunas importantes, pero obviamente en los últimos años hemos tenido algunos grupos más importantes que han hecho que disminuyeran las coberturas. De todos modos, no es el gran problema. Tenemos que ver cuáles son las condiciones que hacen que perdamos oportunidades de vacunación. Quizá sea la sobrecarga del sistema de salud; también la accesibilidad de las personas".

La recomendación de las fuentes consultadas para esta nota es unánime. "Que la gente se acerque a vacunarse. Los vacunatorios son lugares seguros. Que vaya toda la familia. Que lleven su libreta. Si no tienen DNI o libreta se pueden vacunar igual. No necesitan absolutamente nada. Es un derecho universal. Las estrategias de salud pública que mas vidas han salvado en la historia de la humanidad son el agua potable y las vacunas", concluye Gaiano. "El mensaje tiene que ser que las vacunas son muy importantes. Han logrado que controlemos muchas enfermedades y que estén eliminadas en este momento", sentencia Bruggesser.