Victoria Alonso era una joven platense de diecinueve años que en el inicio de la década del ochenta quería conocer un poco más allá de la ciudad de las diagonales y experimentar qué tal le funcionaba en otro país la lengua no nativa que aprendió desde chica. Por eso, antes de terminar el secundario, con apenas quince años y el visto bueno de su mamá, se fue a Seattle, Washington, a hacer un intercambio estudiantil y luego se quedó a vivir en inglés, en la zona oeste de los Estados Unidos, primero en San Francisco y luego en Los Angeles. Como tantísimos otrxs inmigrantes, hizo cantidad de trabajos no deseados, como ser moza de un bar, hasta que llegó al mundo del cine (creía que quería ser actriz y, de hecho, cursó actuación y psicología), escenario o set donde fue pasante de los estudios Paramount y se fue dando cuenta de dos cosas: no le gustaba decir textos ajenos, preconfigurados, seguir un libreto y quería estar del lado de lxs que toman las decisiones, que no es el espacio que suelen ocupar lxs que encarnan roles en las ficciones, salvo situaciones excepcionales. El papel que empezó a construir, su meta, esa que hoy la puso en el sillón de la presidencia de Marvel, fue el de ser una mujer en el ejercicio del poder para que cientos de miles de personas se entretengan alrededor del mundo… mirando películas.

Un poder que le permite decidir, por ejemplo, que en las películas de la corporación en la que milita, los superhéroes sean negros, gays o lesbianas, algo inhabitual hasta hace algunos años. “El poder no es ni bueno ni malo y yo además lo comparto con mi equipo. Amo este trabajo, paso 14, 15, 17 horas haciendo lo que hago y no podría hacerlo si no me diera placer. Por otra parte, quiero que todas las audiencias se sientan representadas, por eso en nuestras producciones los personajes, superheroínas y superhéroes, son diversos y todo el mundo puede sentirse identificado con algún rasgo suyo” dice a SOY.

“Soy mujer en un mundo masculino, soy extranjera en Hollywood, soy gay, soy madre, soy argentina”, suele decir Alonso. Y asegura que Marvel está comprometido con la diversidad. “Todo nuestro éxito se basa en personajes diferentes. ¿Por qué querríamos que sólo nos reconozca un cierto tipo de personas? Nuestro público es global, diverso, inclusivo. Si no lo hacemos así para ellos, habremos fracasado”. Pantera Negra y Capitana Marvel son ejemplos de esa inclusión, pero cada vez hay más. “Nuestras heroínas y nuestros héroes tienen un poder magnífico también como humanos y eso es lo que queremos que el público vea, que la mejor persona que cada uno puede ser es quien es, no quienes los demás le dicen que deben ser”.


Lesbianas al poder

Ella misma recorrió un camino que incluyó una primera boda heterosexual y luego el amor y el casamiento con una mujer. En el caso de las series de Marvel, la primera representación en Netflix de esa diversidad fue la detective Jessica Jones, la abogada Jeri Hogarth encarnada por Carrie – Anne Moss en 2015. Un personaje fuerte, independiente, feminista y desarmadora de cualquier estereotipo que en su versión original de papel era hombre cis y que en las historias televisivas de Marvel fue una lesbiana. Así también ocurre con Phastos (Brian Tyree Henry) el primer supér héroe gay, presente en la película hecha para el cine, Eternals, con sus poderes pacifistas, que inventa todo lo que se imagina: desde un arado a un motor a vapor. Eternals fue dirigida por Chloé Zhao, la misma realizadora de Nomadland, gran ganadora de los últimos premios Oscar.

Antes de su trabajo de pasaje de los personajes de los cómics de Stan Lee a la pantalla produjo Cruzadas, de Ridley Scott; El gran pez, de Tim Burton y Shrek, de Andrew Adamson, la primera ganadora del Oscar a mejor película animada. Fue en 2006 cuando se sumó a Marvel sin saber que las películas que adaptaban al cine las emblemáticas historietas de Lee, quien el pasado 28 de diciembre hubiera cumplido noventa y nueve años, serían el diamante de la recaudación planetaria. A propósito, es interesante recordar que, en el siglo pasado, en el mundo de la historieta, los cómics de Lee eran auténticos símbolos de la contracultura, con su galería de personajes ultrapoderosos pero llenos de defectos y debilidades, como sus consumidores.

Victoria es interrumpida varias veces durante la entrevista periodística para SOY, una charla que mantiene desde su oficina por zoom, pero cada vez que vuelve a la pantalla mira a los ojos, sonríe y se acuerda perfectamente en qué momento de la conversación quedó el hilo para volver a enhebrarlo. Además, de comienzo a fin, llama a la periodista por su nombre, lo que provoca una cercanía que no siempre sucede. Para ser reporteada no privilegia a los medios masivos. Le importan todas las audiencias y formatos de comunicación, desde un programa televisivo con el mayor rating hasta un blog que sigue apenas un puñado de personas.

Victoria con con Salma Hayek, Chloe Zhao, Samuel L. Jackson y Angelina Jolie

Entre llevar más animación a la industria del cine y la llave de Dardo Rocha

Motor indiscutido de Marvel, desde el estreno en 2008 de Iron Man, el multimillonario Tony Stark de 102 kilos cuya armadura le da una fuerza y velocidad que le permite volar, usa los rayos repulsores de sus guantes y el unirayo pectoral. Alonso produjo además Iron Man 2 en 2010 y, en 2011, Capitán América y Thor, luego llegaron otras veintidós películas, proceso que incluye el ascenso a productora ejecutiva donde tuvo a cargo Eternals (estrenada el año pasado), Doctor Strange in the Multiverse of Madness y Thor: Love and Thunder (que sus fanáticos esperan con ansiedad), para terminar convertida en una de las mujeres más importantes de la industria de Hollywood. En septiembre último fue elegida presidenta de la compañía. “Nunca me hubiera imaginado que tendría esta aventura por delante, y hasta donde me concierne, esto recién empieza”, dice.

Forma un trío férreo de trabajo con Louis D’Esposito y Kevin Feige, quien dijo que Victoria “es una compañera increíble, una de las ejecutivas más dinámicas, sinceras y accesibles” del rubro cinematográfico. Entre ellos hay amistad y todo se conversa, aclara la nueva presidenta. Apasionada de la animación, estará a cargo de toda la producción, desde los rodajes hasta la animación y la edición. “Quiero aumentar la producción de animación de nuestro estudio”, dice esta mujer, simpática y llana en el trato, que llegó a lo más alto del podio empresarial de un pool del que forma parte la mucho más tradicional y conservadora Disney.

Fue en 2016 la primera mujer en recibir un premio Harold Lloyd, que otorga The Advanced Imaging Society, por su labor con los efectos especiales y en 2019 la pionera en obtener la distinción de la llave Dardo Rocha de su ciudad de origen, algo que nunca había ocurrido con alguien de su género (en más de 100 años, la recibieron… 107 hombres). “Es un privilegio y un honor ser la primera mujer, espero no ser la última”, declaró en esa oportunidad en la que también recibió el carnet de socia honoraria de Gimnasia y Esgrima de La Plata y una remera del club.

Maternidad en el set y amigas de Hollywood

Nació el 22 de diciembre de 1965, es decir que acaba de celebrar su nacimiento junto a su esposa, la actriz irlandesa Imelda Corcoran, y su hija Olivia (de once años), a quien en sus primeros dieciocho meses llevó a su trabajo tres veces a la semana. Todo el mundo le daba la mamadera, nunca lloró y siempre le habló en español, aunque la niña le pida que lo haga en inglés. “Yo exhorto a otras mamás y papás a traer a sus hijos también. Si alguien quiere tener un hijo, sólo tienen que decirlo y juntos vemos cómo nos organizamos para que todo funcione. Y cuando regresan de su licencia de maternidad, hacen el mismo trabajo que tenían antes de irse, no un puesto más bajo. Ellas serán capaces antes y ahora son aún más. Y muestrales que el mundo es mejor si estamos juntos, aunque seamos diferentes".

Algunas de sus amigas más cercanas son Salma Hayek y Angelina Jolie y conserva intacta su relación con las “chicas” de la escuela secundaria platense Victor Mercante: Silvina Tettamanti Otamendi, Viviana Fabricius, Carina Pérez Lozano, Eleonora Salvetti, Nora Velazco, Julieta Napolitano, Carol Tri y Paulina Puig López. Algunas de ellas pararon con sus hijxs en su casa antes de la pandemia. Y aunque hicieron algo de playa, “estuvimos la mayor parte del tiempo hablando en la cocina”. Su amigo del alma, “un hermano, es el actor de la película La noche de los lápices, Alejo García Pintos”.

Fue justamente en La Plata donde participó, antes de partir a los 19 a los Estados Unidos, de manifestaciones estudiantiles en favor de los derechos humanos y contra la dictadura. Cree que “hoy el poder a nivel mundial lo tienen los dueños de la tecnología y no los países”, como pensaba en su adolescencia. Y le gusta proponerle a quien la escucha” lo mejor que podés hacer cada día es darte algo para vos, hacer algo que te gusta y también por otro”.

“Soy argentina y nunca me interesó parecer de otro lado, lo más importante es ser quien soy, jamás lo negaría, Invito a que la gente se tome un momento para saber que Latinoamérica es un continente entero, no sólo un país”, enfatiza. Antes de la función de estreno de Eternals, en Hollywood, una escena real que protagonizó se hizo viral y fue tendencia en Twitter. Sucedió en la alfombra roja y la captaron las cámaras. “Estaba chusmeando en nuestro idioma con Salma Hayek, nos olvidamos de que estaban encendidas las cámaras y ella me dijo: Pará, no entienden lo que estás diciendo. Y le respondí: Bueno, que aprendan”. Esa defensa inesperada del castellano fue “algo natural, no estuvo preparada. La gente así se da cuenta de lo espontáneo de querer que el mundo nos conozca”, explica Alonso, con su capacidad de enfrentar todas las batallas.

¿Sobre su facilidad para liderar? “Es algo que siempre aparece, está en mi naturaleza, incluso cuando deseo estar dos pasos atrás para que otros lo hagan”, dice y agrega: “siempre recuerdo con humildad quién soy, para que esto no te haga creer lo que no sos. Me quedo con la persona que siempre fui, con la honestidad y el humor de siempre. Nunca me traicioné”.

La mejor superheroína: Mafalda

“Las mujeres siempre estuvimos en el mundo de los superhéroes. La aceptación de nuestro género tiene que hacerse algo cotidiano, en las películas y en la vida. El diálogo a un mismo nivel es básico para que haya un cambio”. En ese sentido, esta tejedora de redes siempre en el backstage de las realizaciones audiovisuales considera que la mejor superheroína general, “y de nuestro género en particular es Mafalda, de Quino, que lo único que quería era el bienestar, la justicia, la democracia y la libertad de la humanidad”.

Esa trama por la que aboga en la ficción y fuera de ella es la que la llevó junto a sus colegas a incluir “las nuevas tendencias y cambios sociales en las películas”, es decir, el feminismo, el orgullo negro y el mundo queer, entre otras realidades que estaban invisibilizadas. Por otra parte, “hemos actualizado el concepto de familia. No hablamos desde el ideal de la mitad del siglo pasado, con un padre, una madre, dos hijos, un perro y una casita blanca. Siempre hubo familias diferentes, los amigos pueden formar una familia, el tema es que las personas estén en relación y se acepten. La pandemia redefinió muchas cosas que ya venían cambiando. Por eso digo que, aunque los cambios no son de un día para otro, y tal vez lleve un siglo entero conseguir la igualdad, por eso nunca debemos dejar de vigilar el avance que creamos. Mujeres en puestos líderes somos el 3 por ciento. A mí me dejaron sentarme a la mesa, soy una privilegiada, aparecí y soy parte sin tener que cambiar nada de mi identidad. ¿El cambio general será con la intensidad y velocidad que queremos? No creo, pero vamos a seguir adelante y les vamos a pasar la bandera a nuestros hijos. Para que la paridad, diversidad e inclusividad sean efectivas, nos tienen que pagar lo mismo que a los hombres. Por ser de otro género no puede ser que nos del el 55 o el 70 por ciento de lo que le pagan a otra persona. Debemos trabajar para que suceda lo que en el cine. Vivirlo y disfrutarlo en comunidad es muy poderoso, reírse y llorar juntos es emocionante e inolvidable y debemos lograr eso como sociedad”.