“Ya no sabemos qué hacer para no tener que cerrar nuestros negocios”, comenzó la conversación con Salta/12 la presidenta de la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Salta, Solana López Fleming, debido a la cantidad de contagiados, con sintomatología, o contactos estrechos de casos de covid-19 y sus variantes que hay entre los empleados del sector.

La referenta contó que la mayoría de los asociados asegura que ya no saben cómo reacomodar a su personal para seguir atendiendo, y que muchos decidieron cerrar sus puertas y tomarse vacaciones adelantadas, “aunque, a decir verdad, como los trabajadores están por licencia por enfermedad, no se computa como vacaciones, por lo que el problema se prolongará y nos está perjudicando mucho”.

Contó que en el caso de las librerías de su propiedad, Lerma, debió cerrar la mitad de sus locales para garantizar que la otra mitad, con el poco personal que le quedaba, pueda continuar abierto, y agregó que para eso también está pidiendo a quienes tenían licencia por vacaciones que las posterguen por un tiempo.

Por eso comunicó que hoy mismo presentarán una nota a la municipalidad de Salta y al Ministerio de Economía de la provincia para que se prorroguen los vencimientos del pago de Actividades Económicas y la tasa de Inspección, Seguridad, Salubridad e Higiene al menos un mes, “porque está siendo imposible trabajar con normalidad”. “No pedimos ningún tipo de rebaja, ni plan de pago, ni descuento, solo que nos esperen un mes más sin que corran los intereses”, detalló.

El costo de los no vacunados

Asimismo, López Fleming se mostró indignada con aquellos que por distintos motivos no deciden vacunarse y que son los que hoy están sufriendo las consecuencias más graves de esta tercera ola, representando el 80% de los internados.

Si bien afirmó que logró disuadir a casi todo su plantel para que se vacune, ya que muchos de ellos desconfiaban de las propiedades de las vacunas, aún quedan algunos que se niegan a recibir su dosis, y lo mismo sucede con otros comercios. “Después cuando se enferman y están meses internados y en recuperación somos los empleadores los que debemos seguir pagando la licencia por enfermedad porque las ART no los quieren cubrir”, acotó.

Además, añadió que en los casos más graves y que dejan consecuencias físicas como invalidez, le representan al comerciante tener que indemnizarlos “como si hubiese sido un despido, cuando es consecuencia de su irresponsabilidad”, sostuvo.

López Fleming adelantó que la Cámara que preside difundirá un comunicado y le hará llegar un pedido al presidente Alberto Fernández para que tome cartas en el asunto y pueda morigerar la normativa vigente en esos casos. “Hay cosas que se le están escapando a la legislación actual, que no contemplaba esta enfermedad, y que hay que corregir para revertir estas situaciones injustas y convencer a muchos que deben vacunarse”, agregó.

“Los empleadores necesitamos tener un manto de protección porque después de haber resistido las restricciones de circulación, estos inconvenientes que devienen de quienes salen y se juntan sin cuidarse, más los costos que nos traen estas actitudes de los que se niegan a aplicarse una vacuna que puede salvarles la vida, nos pueden terminar de fundir”, culminó.

El 10% sufrió bajas considerables

El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Salta, Gustavo Herrera, le bajó un tono a los dichos de López Fleming, y resaltó que según una breve encuesta que realizaron entre los socios, solo el 10% en promedio había sufrido bajas considerables en sus comercios o empresas, y que el ausentismo era en promedio del 15%. “Por suerte en Salta no son mayoría los antivacuna”, expresó, y subrayó que en su gran mayoría “los empleados están vacunados”.

Aunque coincidió con la titular de la Cámara Pyme en que los trabajadores “no se contagian en el comercio”, sino realizando otras actividades como reuniones, de modo que resulta difícil que las ART consideren sus enfermedades. También aseguró que en la primera y segunda ola sí habían sufrido bajas más importantes, “porque la cepa era más fuerte y afectaba vías respiratorias y pulmón, mientras la de ahora sólo se queda en la vía respiratoria alta”. Herrera es médico de profesión.

De todas maneras, reconoció que si bien las bajas son de apenas unos días (entre 5 y 10), “el gran problema es que coinciden con las vacaciones, entonces ahí sí puede haber falta de personal”. Pero envió un mensaje de alivio cuando sostuvo que en no mucho tiempo “esto se va a comenzar a normalizar”. Aunque sí solicitó que para evitar la pérdida de tiempo y de días no trabajados, así como la posibilidad de nuevos contagios, que se amplíen y se agilicen los testeos porque “si pasaron cuatro días hasta que mi empleado se pudo testear y le dio negativo, estuvo todo ese tiempo sin trabajar”, señaló.