La subasta dispuesta para mañana de un palacete en el corazón de Roma despertó un fuerte descontento en la población italiana, dado que el inmueble posee un excepcional mural de Caravaggio, el único conservado de este maestro universal de la pintura. Hay fuertes presiones para que el Estado intervenga y garantice el goce público de ese bien cultural.

El mural de Caraviagio (1571-1610), considerado el gran maestro del claroscuro, está atesorado en el palacio de los Ludovisi Boncompagni, una de las familias más ricas y poderosas de Italia. 

El Casino de la Aurora, el nombre popular con que se conoce a esa residencia, es una joya del barroco romano de 2.800 metros cuadrados repartidos en seis plantas y un lujoso jardín en el corazón de Roma.

Los 471 millones de euros (537 millones de dólares) en que está valuado el inmueble, que servirán como base de la subasta, representan una cuarta parte del presupuesto anual del Ministerio de Cultura italiano.

Los interesados en la compra también deberían contemplar los gastos de restauración del edificio, estimados en 11 millones de euros.

Si la residencia se vende a un precio cercano al fijado como base, sería una de las ventas de bienes raíces registradas públicamente más caras de la historia, por lo que la prensa italiana bautizó la operación como "La subasta del siglo".

Entre los  posibles compradores, según los medios locales, se encontrarían Bill Gates y el sultán de Brunéi.

El mural de Caravaggio

La residencia se levantó en 1570 en una colina estratégica de Roma, en el mismo emplazamiento que antes ocupó una villa romana de Julio César, mientras que el mural de Caravaggio fue realizado en 1597 y redescubierto en 1969.

"Júpiter, Neptuno y Plutón" es un mural hecho a pedido del cardenal Francesco Maria del Monte para el techo de su laboratorio, que no alcanzaba los tres metros de ancho.

La composición, un homenaje a la alquimia, reúne a los tres dioses olímpicos con sus elementos: Júpiter representa el aire y el azufre; Neptuno encarna el agua y el mercurio, y Plutón simboliza la tierra y la sal. 

El pintor usó óleo sobre estuco, un procedimiento que se deteriora con facilidad, pero este mural se conserva en buen estado.

Ubicada a pocos pasos de la célebre Vía Veneto y de Villa Borghese, la residencia también conserva frescos de Guercino (1591-1666), reconocido pintor barroco de Bolonia.

Reclamo

Entre otras acciones para resguardar el mural, un grupo de vecinos de Roma lanzó una petición por la página change.org, titulada "SOS Se vende la cultura con descuento", que ya ha juntado 35.000 firmas para pedir que el Estado intervenga.

Los firmantes piden que Italia ejerza su derecho de compra, ya que de acuerdo con los expertos, el fresco de Caravaggio tiene un valor incalculable, probablemente mayor al fijado para la Villa Ludovisi.

Según detallaron medios locales, la subasta fue decidida por un tribunal de Roma para poner fin a las disputas entre los herederos del príncipe Niccolo Ludovisi Boncompagni, quien falleció en 2018 a los 77 años.

Ocurre que a finales del siglo XIX, la familia Ludovisi vendió la propiedad, que en su mayoría fue destruida, a la ciudad de Roma para abrir paso a la gran vía Veneto, pero esta residencia quedó en pie y en 2018, con la muerte del último propietario, el príncipe Nicolo Boncompagni Ludovisi, se abrió una disputa entre los herederos que ahora saldarían con la subasta del inmueble.