La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó este martes la prisión preventiva del comisario inspector Daniel Santana, el policía porteño de mayor rango procesado hasta el momento por el encubrimiento del crimen de Lucas González y la privación ilegal de la libertad de sus amigos. El comisario era el responsable de la Comisaría Comunal N°4, a cargo de todas las dependencias vecinales y de la División de Sumarios y Brigadas de esa comuna, para la que operaba la brigada de civil de Gabriel Isassi, Fabián López y José Nieva, los tres efectivos detenidos y procesados por el asesinato de Lucas. Santana había sido detenido después de que se conociera la llamada en la que el comisario Rodolfo Ozan asegura al comisario Fabián Du Santos que llamaría a Santana para "emprolijar" la "cagada" de la brigada.  

"Encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por tratarse de funcionario público", son los delitos por los que semanas atrás el juez Martín del Viso, por pedido del fiscal Leonel Gómez Barbella, procesó a Santana. Los mismos delitos corren para los otros diez agentes procesados por el encubrimiento del crimen. La mayor parte de ellos solicitaron sus excarcelaciones, que fueron rechazadas por el juez y luego apelaron la decisión. Excepto en los casos de las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño -- la Sala IV ordenó liberarlas al dictar la falta de mérito por considerar que actuaron creyendo la versión falsa del "enfrentamiento" -- , la Cámara viene dándole la razón al fiscal y al juez en todos los casos, y el de Santana no fue la excepción. 

"A diferencia de lo argumentado por la defensa, la decisión recurrida refleja un correcto análisis de los elementos de ponderación reunidos en la causa para justificar el encarcelamiento preventivo del imputado", sostuvieron los camaristas Ignacio Rodríguez Varela y Mariano Scotto en la resolución de siete páginas. "No pueden pasarse por alto las graves características de los episodios que se le atribuyen en esta investigación", señalaron los jueces al recordar que Santana está acusado de participar "en el procedimiento por el cual se habría privado ilegalmente de la libertad a las víctimas y alterado rastros y pruebas". 

"Es dable también presumir la existencia de riesgo de presión a los damnificados, a sus familiares y testigos que deban declarar en un eventual juicio", indicaron también Varela y Scotto, y remarcaron que al comisario se le imputa haber sido parte del "grupo de funcionarios que arribó al lugar instantes después del suceso e intentó aparentar un enfrentamiento armado, para lo cual, entre otras acciones, se habría introducido maliciosamente un arma de utilería en el rodado que ocupaban las víctimas".

Santana es uno de los cuatro comisarios de la Policía porteña que se encuentran detenidos y procesados por el encubrimiento. De todos ellos, él es el de más alto rango. El comisario inspector de 52 años estaba a cargo al momento del crimen de la Comisaría Comunal N°4. De ella dependen todas las comisarías vecinales de la zona, incluida la 4D, de la que el día del asesinato partió la brigada de civil de Isassi, López y Nieva. Juan Romero, a cargo de la División de Brigadas, Fabián du Santos, de la 4D, y Rodolfo Ozan, de la 4A, son los otros tres comisarios detenidos hasta el momento. Santana era el superior de todos ellos

"Yo ahora lo llamo a Santana. ¿Por qué no lo llamas al 'Perro' -- refiere a Romero -- y le decís que venga para emprolijar esta cagada?", es lo que dijo Ozan, el primer comisario en llegar al lugar del crimen pese a no tener jurisdicción en el lugar, en la llamada realizada a Du Santos, que sí tenía jurisdicción, minutos después de la balacera policial y desde el lugar en que la Justicia asegura que se concretó la trama de encubrimiento. Por esa conversación, entre otras pruebas que maneja la Fiscalía, es que Santana fue detenido. 

En su indagatoria, el comisario inspector aseguró que, al momento del asesinato de Lucas, cerca de las 9 40 del 17 de noviembre pasado, se encontraba festejando el quinto aniversario de la fuerza porteña en un desayuno realizado en el Museo del Humor de Puerto Madero. Allí, dijo, estaba toda la cúpula policial. Agregó que al enterarse del "hecho de sangre" acudió a Alvarado y Perdriel, el sitio en que los amigos de Lucas fueron detenidos, por orden de sus superiores, entre los que solo mencionó con nombre y apellido al comisario mayor Fabián Lencina. Santana dijo que llegó al lugar alrededor de las 11.30, que lo hizo en carácter "meramente administrativo" y que le reportó a Lencina desde entonces hasta que se retiró de allí, según él a las 17 horas, incluso cuando ya había comenzado a intervenir la Policía Federal por orden judicial. 

El comisario mayor Lencina es el responsable del Área II de la Policía porteña, a cargo de las comunas 4, 8 y 9 del sur de la ciudad, y es el efectivo de mayor rango identificado hasta el momento por los propios acusados. Ozan, el del audio del "emprolijamiento", también dijo que habló con Lencina y que él le ordenó que se quedara en el lugar hasta la llegada de Du Santos, cerca de las 10 30. Aunque Santana dice haber llegado al lugar a las 11.30, también está probado que habló por teléfono con Ozan después de que el comisario de la 4A le dijera a Du Santos que lo iba a llamar para "emprolijar".