La Dirección Provincial de Políticas de Agua Potable y Saneamiento (DASI) es la responsable de abastecer de agua a 229 localidades ubicadas en 16 departamentos de Catamarca. Sin embargo, la red en 66 de esos pueblos no alcanza a cubrir el 100% de los hogares, lo que significa que un 28% del total de las familias ven vulnerados uno de los derechos humanos fundamentales. 

Tras la ola de calor, el aumento del consumo y la sequía de los últimos meses, habitantes de diferentes pueblos de la provincia decidieron hacer público su reclamo por la falta de acceso al agua potable. El lunes, las localidades de Telaritos y Chumbicha del departamento Capayán; Los Varela de Ambato, y  Copacabana de Tinogasta, cortaron calles y rutas nacionales pidiendo que el Gobierno provincial se responsabilice por la falta del líquido vital. Ayer se sumaron las localidades de Bañado de Ovanta y de Las Tunas en el departamento Santa Rosa, poniendo en evidencia la escasa planificación de obras necesarias de abastecimiento.

Puntualmente, los vecinos santaroseños pidieron una perforación para tener un pozo y de esta manera evitar que en los meses mayor demanda se les corte el servicio.

Previo a estos reclamos, y como una queja histórica, vecinos de más de 100 barrios ubicados en San Fernando del Valle de Catamarca, Fray Mamerto Esquiu y Valle Viejo (departamentos que conforman el Valle Central de la provincia) también salieron a las calles a pedir abastecimiento tras pasar, en algunos casos, más de 10 días sin agua.

El sistema de agua potable en la provincia es manejado en el Valle Central por Aguas de Catamarca SAPEM, para esto cuenta con una planta potabilizadora que se carga directamente del cauce del río El Tala (representa el 20% del agua que trata) y el porcentaje restante con pozos. El resto (14 departamentos) es operado por cada uno de los municipios, donde cada uno tiene su planta y a su vez también cuentan con perforaciones.

La DASI, trabaja en todos los departamentos abasteciendo a las comunidades rurales y con menor cantidad de personas. No obstante, en las 229 localidades que atiende se pueden contabilizar un promedio de 100 mil personas lo que equivaldría al 25% de la totalidad de la población de la provincia (415 mil).

Las características de abastecimiento que tiene este organismo público es variada, depende de la zona y el clima y en muchos casos es rudimientaria con sistemas de bombeo a mano. Por ejemplo, en el departamento Andalgalá, la localidad de El Durazno abastece con su planta a los pueblos de El Alamito y Buena Vista pero de agua sin filtrar. En Ancasti, hay cisternas  desde donde suben agua a través de motores a explosión o sistema fotovoltaico. En otras sólo hay manantiales que se han ido secando con el paso de los años.

En las localidades en conflicto, como Los Varela, obtienen agua subterránea con electrobomba y de un solo pozo. En Telaritos, el sistema es a través de una cisterna de la  que sacan agua con bombeo a mano. Chumbicha, también cuenta con sistema de cisterna por bombeo.

En el caso de Bañado de Ovanta, el agua se obtiene a través de una electrobomba sumergida, mientras que Las Tunas, el agua se obtiene por cisterna y es sacada por electrobomba. 

Los vecinos en todos los casos adujeron que los problemas de abastecimiento tienen, en casos como Telaritos, más de 15 años de reclamos y espera. En diálogo con este diario, vecinos de Las Tunas, señalaron que vienen reclamando una perforación hace más de 10 años sin que hayan sido escuchados por el gobierno provincial. “No comprendemos las prioridades, un puente o un Estadio no es un derecho”, aseguraron.

Si bien admitieron que realizar una perforación es caro (cuesta alrededor de 1 millón de pesos), señalaron que "Catamarca viene declando la emergencia hidríca por tercer año consecutivo. No sabemos a dónde va a parar esa plata", concluyeron. 

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