La violencia machista se manifestó durante la madrugada de ayer. Un sargento de policía, identificado como Diego Ortega (43), concurrió a la casa de su ex pareja, Cinthia Aranda (36), ubicada en la localidad de Saujil, Pomán, y le disparó con su arma reglamentaria a ella y a la hija, Ariana Aranda (21). 

Ortega, ya había sido denunciado por violencia, pero no se cumplió con el protocolo y no le quitaron el arma. El policía fue trasladado a otra comisaría porque en donde estaba sus compañeros lo tenían el patio tomando mates y esto generó la bronca de familiares. Hoy será indagado por tentativa de femicidio y femicidio vinculado.

Según confirmaron, el hecho sucedió alrededor de la 1 de madrugada. En ese momento, el policía tomó su arma de fuego y se dirigió al barrio 50 Viviendas donde vive su ex pareja junto a sus hijos, dos de los cuales son de Ortega. Los testigos señalaron que hizo cuatro disparos desde la puerta del domicilio y le acertó dos a Cinthia y uno en el estómago a Ariana.

Sargento Diego Ortega.

Fue el hijo adolescente de ambos quien llamó a la policía. Cuando llegaron los uniformados observaron que el violento intentaba abrir el portón de la vivienda, pero al notar la presencia de sus compañeros desistió y les apuntó durante unos minutos. No obstante, cuando entendió que no podía escaparse se entregó.

En el lugar trabajó la fiscalía de instrucción de la ciudad de Andalgalá a cargo del Alejandro Scida, quien dispuso la intervención del personal de Gendarmería Nacional para que realice las pericias en el lugar.

Ortega será indagado hoy bajo la imputación de tentativa de femicidio por Cinthia y femicidio vinculado por Ariana. En este caso, el fiscal comprende que Ortega le disparó a la joven para hacerle más daño a la mujer.

Irregularidades y disturbios

Si bien desde el área de Asuntos Internos que depende del Ministerio de Seguridad, informaron ayer que Ortega fue apartado de la fuerza y pasado a disponibilidad, no se explicó por qué el Sargento portaba su arma reglamentaria.

El protocolo establece que en los casos en donde existan denuncias por violencia a miembros de la policía, se les debe quitar su arma como prevención. Catamarca/12, pudo confirmar que Ortega quien hacía pocos meses se había separado de Cinthia, tenía denuncias por hostigamiento y además por incumplimientos en su trabajo. Asimismo, se supo que hace tres años tuvo un accidente y que por las características del mismo “no había quedado bien”, por lo que ya se había cuestionado que siguiera con el arma en su poder.

El policía, quien no se resistió al arresto, fue alojado en la Comisaría de Saujil. Sin embargo, en horas de la tarde trascendió una imagen donde se lo podía ver junto a sus compañeros tomando mates en el patio del destacamento.

Ortega junto a sus compañeros tomando mates en la Comisaría.

Esa imagen se virilizó rápidamente y originó que los pobladores y familiares de las víctimas protestaran por lo sucedido. Al notar el malestar, se ordenó el traslado del violento a la comisaría del departamento Andalgalá, pero hasta ese momento la bronca de los manifestantes había crecido y se originaron disturbios cuando lo vieron salir.

Sobre estos incidentes, el Fiscal confirmó que se iniciaría una investigación en relación al accionar de los policías quienes actuaron fuera del protocolo para los casos de arrestos.

Reservado

Cinthia tiene cuatro hijos, dos mujeres mayores de edad y dos varones de 16 y 9 años que son hijos de Ortega. Ambos estaban separados de hecho desde hacía varios meses y Ortega tenía un régimen de visitas que estaba cumpliendo. 

La mujer recibió dos disparos, uno de ellos le ingresó por la mejilla y afectó el cráneo. Hasta el cierre de esta edición, su estado de salud seguía siendo reservado al igual que el de su hija. Ambas permanecen internadas en el sector de Terapia intensiva del Hospital San Juan Bautista.

Cinthia y su hija Ariana