Desde Salta

Los dos ex seminaristas que acusaron al ex obispo de Orán Gustavo Oscar Zanchetta declararon ayer en la primera audiencia del juicio contra el religioso, que está formalmente acusado por abuso sexual simple. Según informó el Poder Judicial de Salta, porque el juicio es oral pero no público, los dos denunciantes, G.F.L.G. y M.C., ratificaron las acusaciones realizadas en la etapa de investigación, en cuanto a que el religioso los sometió a abusos sexuales. Uno de ellos dijo que el sacerdote le hizo “propuestas amorosas” y le pedía que le hiciera “masajes”. Sobre los dichos del otro denunciante, el Poder Judicial se limitó a afirmar que ratificó el relato brindado en la instrucción de este proceso. 

Los dos ex seminaristas declararon sin la presencia del imputado, quien luego fue informado de sus declaraciones.

Las denuncias contra el obispo emérito se presentaron el 6 y el 13 de febrero de 2019. En el primer caso un seminarista contó que sufrió abuso sexual en 2017, en el edificio del Seminario Juan XXIII de Orán y en un domicilio particular del pueblito de Los Toldos. La otra denuncia refiere hechos de 2016 y sostiene que Zanchetta tuvo conductas inapropiadas “frente al público y en el ámbito privado” en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del Seminario Juan XXIII y en la vivienda del obispo. 

El ahora ex obispo de la diócesis de Orán declaró para negar las acusaciones y afirmar que las denuncias en su contra están impulsadas por otros intereses.  

El Poder Judicial indicó que el religioso "incluso definió como buenas las relaciones con los seminaristas explicando a continuación las funciones como cabeza de la diócesis". 

Según trascendió, Zanchetta habló de "una buena relación y sana con todos los seminaristas". Explicó que mantenía charlas con ellos porque estaba dentro de su rol de obispo conocerlos, dado que debía saber si estaban convencidos y preparados para cumplir sus funciones de sacerdotes. Y aseguró que estas conversaciones se hacían en un lenguaje apropiado, que jamás hubo alguna connotación sexual. 

"Lucha de poderes"

Por otro lado, Zanchetta sostuvo que detrás de las denuncias hay otros intereses. Trascendió que habló del expediente de la investigación canónica iniciada tiempo después de que renunciara a seguir a cargo de la diócesis oranense, en 2017, alegando razones de salud. Mencionó a los sacerdotes Gabriel Acevedo, Martín Alarcón y Juan José Manzano y dijo hay "una lucha de poderes" porque se los removió de sus cargos en el gobierno de la diócesis, algo que "se acentúa cuando el nuevo obispo (Luis Scozzina, que sucedió a Zanchetta) los traslada a otras parroquias". 

Trascendió asimismo que en su declaración ante el Tribunal integrado por la jueza María Laura Toledo Zamora, y los jueces Raúl Fernando López, y Héctor Fabián Fayos, el obispo emérito dijo que esos tres sacerdotes dijeron que la remoción fue "una venganza" de su parte, cuando no fue así.

Zanchetta renunció al gobierno pastoral de la diócesis de Orán en julio de 2017, alegando "un problema de salud" que le impedía "llevar plenamente el ministerio pastoral". Su renuncia le fue aceptada por el Papa, y tres meses después fue designado asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) del Vaticano, "en consideración a su capacidad de gestión administrativa".

Mientras tanto, en el Obispado de Orán, casi un año después, asumió el franciscano Luis Antonio Scozzina. En febrero de 2019 el nuevo obispo informó que la Congregación para los Obispos había encomendado al arzobispo de Tucumán, Carlos Alberto Sánchez, la realización del proceso de investigación de las denuncias contra Zanchetta. Entonces Scozzina precisó que las denuncias fueron presentadas en el ámbito canónico a fines de 2018 por parte de varios seminaristas de la diócesis de Orán. 

También en febrero de 2019 el director interino de la Sala de Prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, debió aclarar que la designación en la APSA del obispo emérito que ahora está siendo juzgado en la justicia ordinaria fue antes de que lo denunciaran. "Las acusaciones contra Zanchetta surgieron (...) casi un año después de que el Papa lo nombró para un puesto en el Vaticano", sostuvo y aseguró que el religioso "se abstendrá" de llevar a cabo ese asesoramiento "mientras dure la investigación preliminar". 

Esta afirmación fue desmentida luego por quien fuera el vicario de la diócesis de Orán, el sacerdote Juan José Manzano, a quien Zanchetta habría señalado como uno de los interesados en perjudicarlo. Manzano declaró públicamente que ya "desde el 2015 se presentaron ante la Nunciatura diferentes elementos que daban cuenta de desmanejos económicos, abuso de poder y abusos sexuales" supuestamente cometidos por el ex obispo de Orán. Incluso detalló que se presentaron "fotografías y cartas de seminaristas que habrían sido abusados" y aseguró que esas pruebas "desembocaron en la salida de Zanchetta del obispado".

El juicio oral seguirá hoy, con más testimonios. El tribunal tiene previsto concluir las audiencias el viernes próximo. Para el debate se creó una Unidad Fiscal integrada por la fiscala Soledad Filtrin Cuezzo y el fiscal Pablo Rivero, mientras que el religioso acusado cuenta con la asistencia del defensor oficial Enzo Giannotti.