A lo largo de su extensa vida, Mirtha Legrand presenció momentos importantes de la vida política argentina. La diva, que este viernes cumplió 97 años, vio en su juventud el ascenso del peronismo

Como tantas otras, votó por primera vez 11 de noviembre de 1951, en la primera elección en la que pudieron sufragar las mujeres. Muchos años después admitió haber votado por Juan Domingo Perón.

En una entrevista radial de 2014, la conductora de los almuerzos se definió políticamente como una persona "de centro" y reconoció que "en algún momento lo he votado a Perón".

Agregó, además, que "al principio (Perón) era el salvador de la Argentina", y que en su primera presidencia "era tan maravilloso lo que nos auguraba que no podías dejar de hacerlo".

De hecho, la estrella aparece en el noticiero Sucesos Argentinos que consigna el voto femenino el día en que Perón fue reelecto. Se la ve junto a otras figuras de la época. Por su longevidad, Legrand es una de las últimas sobrevivientes de aquella jornada histórica para las mujeres argentinas.

"Lo conocí a Perón, era simpatiquísimo, un seductor y conquistador. Lo conocí en el terremoto de San Juan. Cuando se es líder así, por algo es", admitió en la misma entrevista. 

Según su relato, lo conoció justo al despuntar su carrera, con el terremoto que impulsó un festival benéfico en el que se produjo el encuentro de Perón con Eva Duarte.

Los vínculos con el peronismo de quien entonces era una figura central del cine argentino se extendieron a su vida privada. Raúl Alejandro Apold, el hombre que administraba la pauta oficial de aquel entonces, fue padrino de bautismo de Marcela Tinayre, la hija de la estrella.

La relación con Apold era anterior al 17 de octubre de 1945. El subsecretario de Prensa y Difusión había sido, antes de pasar a la función pública, el jefe de prensa de la Argentina Sono Film, y desde ese lugar tuvo contacto, antes del surgimiento del peronismo, con las figuras más importantes del cine de los 40, entre ellos Legrand y su esposo, el cineasta Daniel Tinayre, y con Hugo del Carril, con quien siempre tuvo una pésima relación, que se mantuvo inclusive cuando ambos coincidieron en el justicialismo y Del Carril se convirtió en la voz de la marcha peronista.

Una sola imagen muestra juntos a Mirtha Legrand y a Perón. Data de 1954, durante  una cena. Entre ambos aparecen el entonces gobernador de Buenos Aires, Carlos Aloé, y Miss Cine Italiano 1953, Lila Rocco.

Algo más de dos décadas después, con Perón recién muerto, se estatizaron los canales de TV, y en septiembre de 1974 se produjo el levantamiento de los almuerzos televisados de Mirtha Legrand, porque se consideraba opulento mostrar a gente famosa comiendo en pantalla. 

En realidad, un comentario crítico de Antonio Gasalla sobre el gobierno de Isabel Perón habría sido el motivo real del levantamiento del ciclo.

Los almuerzos regresaron con la dictadura y tuvieron un impasse con la vuelta de la democracia, cuando el ciclo se refugió en la flamante televisión por cable y Legrand alegó estar "prohibida" por el gobierno de Raúl Alfonsín

Cuando el peronismo regresó al poder en 1989, con Carlos Menem, Legrand tuvo su revancha en el aire, y desde entonces, salvo algunos interregnos, como el causado por la pandemia, se mantuvo en pantalla. 

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