El déficit fiscal primario del Estado nacional en abril alcanzó los 18.664 millones de pesos, un avance del 71,3 por ciento frente al rojo de 10.893 millones de pesos del mismo mes del año pasado. Luego del pago de intereses de la deuda, el déficit se ubica en los 49 mil millones de pesos, un crecimiento interanual del 187 por ciento, informó ayer el Ministerio de Hacienda.Es decir que los intereses netos pagados en abril ascendieron  a 30.348 millones de pesos, contra 6181 millones de abril pasado, un aumento de 391 por ciento.En el período enero-abril el resultado financiero arrojó un rojo de 119.649 millones de pesos, una suba del 46,6 por ciento frente al primer cuatrimestre de 2016. El déficit hubiera registrado un crecimiento mayor de no haber sido por el impacto fiscal del blanqueo, mientras que en sentido opuesto opera la normalización de la obra pública, que el año pasado estuvo frenada. Más notable es el crecimiento de la factura de los intereses de la deuda, que avanzó 140 por ciento entre enero y abril en forma interanual.

Un informe de la consultora Ecolatina menciona que “faltando sólo dos meses para el cierre del primer semestre, es muy probable que Hacienda logre cerrar la primer mitad del año con un rojo inferior a lo pautado (2 por ciento del PBI)”. Sin embargo, advierte por el creciente impacto de los intereses de la deuda: el Estado tuvo que pagar 34.808 millones de pesos adicionales de intereses de esas colocaciones financieras entre enero y abril: es el doble de la inversión realizada en transporte en ese período, casi diez veces la inversión de infraestructura que realizó el Estado en el rubro de educación y más del doble de lo destinado a vivienda.

En abril

Los ingresos corrientes alcanzaron en abril 159.557 millones de pesos, un avance interanual del 35 por ciento. Entre los impuestos, el IVA creció un 17,5 por ciento y débitos y créditos, un 22,7 por ciento, ambos por debajo de la inflación del período, lo que da cuenta de que el nivel de actividad en el mercado interno siguió en baja en abril. Ganancias creció un 22,3 por ciento y contribuciones a la seguridad social lo hizo en un 31,7 por ciento. En cambio, cayó la recaudación por derechos de exportación (-24,5).

El gasto primario ascendió a 178.220 millones de pesos, una suba 38,1 por ciento. El primer rubro del gasto fueron las prestaciones sociales (jubilaciones y pensiones contributivas, asignaciones familiares y por hijo, entre otros), por 91.985 millones de pesos, con una suba del 33,3 por ciento. Los subsidios económicos llegaron a 18.878 millones, con una suba del 24,4 por ciento impulsada por los subsidios el transporte, que crecieron un 28,5, mientras que los subsidios a la energía avanzaron 14,5, gracias a los tarifazos de la electricidad y el gas. Las subas más pronunciadas se verificaron en gastos de capital, dado que el año pasado el Gobierno paralizó la ejecución de las obras públicas. Las obras del rubro vivienda crecieron un 3419 por ciento, seguido de educación (431,4), transporte (62,0), agua potable y alcantarillado (59,6) y energía (56,8).

El pago de los intereses de deuda (neto de los intereses pagados intra-sector público nacional) pasó de 6181 millones a 30.348 millones de pesos, una suba del 391 por ciento. En relación a los gastos totales del mes, el pago de intereses pasó de un 4 a un 16 por ciento. La diferencia entre ingresos y gastos totales arroja en abril un déficit de 18.664 millones de pesos, lo que representa una suba del 71,3 por ciento. Si se contempla el resultado financiero, el avance del rojo es del 187 por ciento.

En cuatro meses

Los ingresos totales percibidos por el Estado registraron un avance del 39,6, favorecidos por el blanqueo de capitales. Si bien las prestaciones sociales avanzaron a un ritmo del 40,2 por ciento, los subsidios económicos jugaron de contrapeso. El programa de reducción de subsidios y suba de tarifas permitió que la partida destinada a los subsidios a la energía se redujera de 27 a 24 mil millones de pesos. En cambio, los subsidios al transporte (que no se recortaron en el período) subieron un 20,4 por ciento. En el primer cuatrimestre subió el gasto de capital (energía, transporte, vivienda, agua y cloacas) un 44,6 por ciento, por encima del promedio, porque la base de comparación del año pasado es muy baja. En consecuencia, el déficit primario (sin considerar el pago de intereses de la deuda) creció un 5,6 por ciento, de 56 a 60 mil millones de pesos. 

El resultado financiero registró un deterioro del 46,6 por ciento, de 81.641 a 119.649 millones de pesos. La diferencia radica en la factura de intereses de la deuda, que subió en el primer cuatrimestre un 140 por ciento interanual, de 24.834 a 59.642 millones de pesos. La política de endeudamiento del gobierno de Cambiemos implicó que el Estado tuviera que pagar 34.808 millones de pesos adicionales de intereses de esas colocaciones financieras. Para poner ese número en perspectiva: representa el 60 por ciento de todas las partidas destinadas a los subsidios del período, el doble de la inversión realizada en el rubro de transporte, casi diez veces la inversión de infraestructura que realizó el Estado en el rubro de educación y más del doble de lo destinado a vivienda.