El primer ministro de Australia, Scott Morrison, declaró este miércoles la emergencia nacional por las inundaciones que azotan la costa este de ese país. Hasta el momento, se registraron 21 muertos y daños materiales millonarios.

En una conferencia de prensa realizada desde la localidad de Lismore-una de las más afectadas-, Morrison se refirió al “severo temporal y las inundaciones registradas en las regiones de Nueva Gales del Sur y Queensland” y declaró el estado de emergencia.

Detalló que esta declaración -que deberá contar con el visto bueno del gobernador general del país, David Hurley- permitirá que las autoridades australianas usen poderes especiales de emergencia para acceder con mayor rapidez a los recursos disponibles con el objetivo de ayudar a las zonas devastadas por la catástrofe.

Además, anunció nuevas ayudas financieras y la extensión de subsidios para los damnificados. Destacó también entender “el descontento y las protestas realizadas por varios habitantes de Lismore porque han tenido que afrontar un evento que sucede una vez cada 500 años”.

Australia registra desde hace dos semanas lluvias torrenciales que provocaron graves inundaciones. Hasta el momento, el Gobierno nacional pagó subvenciones por desastre a unas 330.000 personas afectadas y desplegó unos 4400 soldados en Nueva Gales del Sur y Queensland para realizar tareas de limpieza y reconstrucción.