El programa de Facilidades Extendidas que el Gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda de 45 mil millones de dólares contraída por Mauricio Macri culminó su sinuosa travesía por la Cámara de Diputados y obtuvo media sanción con amplio respaldo. Tras el acuerdo del oficialismo y la oposición para llevar al recinto un dictamen unificado, la votación cosechó ayer a la madrugada 202 voluntades que se pronunciaron por la afirmativa. Lo que no se modificó fue la resistencia de un amplio sector del Frente de Todos que se plantó por el rechazo y ratificó sus divergencias con la metodología y los resultados de la negociación con el FMI: fueron 28 votos en contra y 13 abstenciones, cuyos fundamentos fueron expuestos en un documentos de 15 páginas. Con la mitad del camino recorrido para “evitar el default”, en el oficialismo buscan ahora bajar los decibeles a la confrontación interna para sostener “la unidad en la diversidad” de la coalición de Gobierno. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya convocó a la comisión de Presupuesto del Senado para el lunes y el martes próximos, donde arrancará el debate para convertir en ley el acuerdo con el FMI.

Los números

La votación en Diputados no estuvo lejos del poroteo previo que se hacía en despachos del Palacio Legislativo, de Casa Rosada y entre cronistas parlamentarios. Especialmente luego de que el miércoles por la noche se pactara en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Finanzas un dictamen “unificado” entre oficialismo y oposición. El texto de un solo artículo (los otros dos son de forma) para aprobar el crédito de Facilidades Extendidas del FMI que cancele el stand by concedido a Macri en 2018 fue una demanda de la bancada de Juntos por el Cambio y del Interbloque Federal para acompañar con su voto. Así, quedaron afuera del proyecto los anexos del programa acordado con el FMI y que el ministro de Economía, Martín Guzmán, defendía como un plan único. Alberto Fernández le dio el visto bueno al acuerdo con la oposición, luego de que el presidente de la Cámara baja y principal negociador, Sergio Massa, le acercara la propuesta.

Un total de 111 sobre los 202 votos a favor que reunió el proyecto fueron aportados por nueve de los diez bloques que integran JxC. El FdT sumó 77 votos propios, que desde las oficinas de Massa le adjudicaron a su tarea y que definieron como “la ley más difícil desde la llegada del FdT al poder”. Los votos positivos se completaron con los 8 diputados del Interbloque Federal (lavagnistas, cordobesistas y socialistas santafesinos); 4 del Interbloque Provincias Unidas (los oficialismos provinciales de Misiones y Río Negro) y los 2 de SER (“independientes”).

En contra votaron 37 legisladores, 28 de ellos del Frente de Todos aunque no todos tributan a La Cámpora, la organización que conduce Máximo Kirchner. Entre los diputados oficialistas que rechazaron el acuerdo con el FMI hubo integrantes de la CCC, Nuevo Encuentro, radicales como Leopoldo Moreau, la santafesina Alejandra Obeid y la porteña Gisela Marziotta.

Por el rechazo se pronunciaron, además, los 4 diputados del Frente de Izquierda (PTS y PO); los otros 4 en que se dividen los dos bloques de los ultraconservadores libertarios que conducen por separado Javier Milei y José Luis Espert; así como el integrante de la alianza de JxC Ricardo López Murphy.

Las 13 abstenciones fueron todas del FdT. Así se pronunciaron los diputados de Patria Libre; referentes sindicales como Hugo Yasky y Pablo Carro (CTA), el bancario Sergio Palazzo (CFT) y la judicial Vanesa Siley; también el ex ministro de Salud bonaerense Daniel Gollan, entre otros. Mientras que las 4 únicas ausencias fueron de los halcones PRO, entre ellos Fernando Iglesias, que promovieron la derrotada rebelión macrista de no acompañar al oficialismo y finalmente no estuvieron en el recinto a la hora de votar.

Hacia adentro

El jefe del bloque de diputados del FdT, Germán Martínez, fue de los primeros en valorar la media sanción tras la votación en el recinto. “Es muy importante el respaldo obtenido. Que hayamos podido transitar estos cuatro días y poco más de debate intenso en la Cámara de Diputados, la tarea de comisiones, haber arrimado un dictamen unificado y sacar 200 votos afirmativos fue un esfuerzo que tenemos que reivindicar”, dijo Martínez. “Lo importante --agregó-- es que el Presidente de la Nación tenga ya la media sanción para que el trámite que necesita pueda seguir en el Senado.”

Martínez también buscó bajar el tono a la disputa que dividió al bloque oficialista. “Unidad en la diversidad. Lo dijimos desde el primer momento. Sabíamos que este era un tema que no tenía unanimidad al interior de mi bloque. Y que necesitamos procesar y metabolizar las distintas miradas para poder arribar a una votación serena donde tratemos de desdramatizar y pensar en el día después. Me parece que los hemos logrado más allá de las distintas miradas”, estimó el santafesino.

Otros diputados oficialistas que respaldaron el acuerdo con el FMI siguieron la misma línea discursiva. "Tenemos que acostumbrarnos a que a veces hay consensos y a veces disensos, eso es la política", sostuvo el chaqueño Aldo Leiva y destacó la importancia de "ir hacia un país donde haya trabajo, donde bajemos la inflación, un país que nos merecemos todos los argentinos". El bonaerense Carlos Selva dijo confiar en que se podrá volver a "unificar nuevamente el criterio del bloque" para aprobar las leyes que debe tratar el Congreso. En tanto, el entrerriano Marcelo Casaretto también atenuó las diferencias dentro del oficialismo y se mostró confiado en "mantener la unidad".

El mismo camino recorrieron quienes no acompañaron la votación. Para Yasky, se logró "atravesar la zona de turbulencias y ahora la tarea es tratar de construir la unidad". "Necesitamos la unidad del Frente de Todos", sostuvo.

Opositores

Desde la oposición se celebró la media sanción al tiempo que se buscó cavar en la grieta de las diferencias dentro de la bancada oficialista. Uno de sus bastoneros fue el jefe del bloque radical “oficial”, Mario Negri, cada vez más mimetizado con la comunicación tuitera. “De los 201 (fueron 202) votos afirmativos para evitar el default, JxC aportó más de la mitad: 111. El oficialismo sólo aportó 75. Responsabilidad versus Relato”, posteó. El radical formoseño Ricardo Buryaile fue en esa línea también: afirmó que en la sesión "quedó expuesta la divergencia que tiene el oficialismo pero también nuestro compromiso con la sociedad y con el país de acompañar a un gobierno que, si no hubiese sido por nosotros, hubiese caído".

El presidente del Interbloque Federal, Alejandro "Topo" Rodríguez, consideró que "el resultado de la votación demuestra que actuamos con la responsabilidad de una oposición constructiva para evitar que Argentina vaya al default".

"Los Kirchner se salieron con la suya en ser oficialismo y oposición al mismo tiempo", sumó el aliado macrista López Murphy. "Hubiera preferido que el arreglo hubiera llegado, que no era fácil, a obligar a los Kirchner a votar, pero bueno, se puede avanzar hasta donde se puede avanzar: logramos restablecer el orden constitucional. No se logró dar el último paso", planteó el ex ministro de Economía de la Alianza.

El ultraliberal Javier Milei volvió a justificar su voto en contra. "Es inmoral porque cuando vos tomás deuda, que son impuestos futuros, esos impuestos futuros son cobrarle la fiesta de hoy a gente que no vota, a nuestros hijos, nietos, a gente que no nació", argumentó, esquivando cualquier reproche al macrismo que tomó la deuda. "Máximo Kirchner votó correctamente por los motivos incorrectos", sostuvo el economista cuando lo consultaron por la coincidencia entre sus votos.