Rusia y China lideran el ranking de imagen negativa entre los ciudadanos latinoamericanos mientras que, en el otro extremo, Estados Unidos y Alemania cosechan las mejores valoraciones. Los datos se desprenden de una extensa encuesta realizada por Latinobarómetro y la Fundación Friedrich Ebert en diez países de la región. De acuerdo a los investigadores que coordinaron el trabajo, el sondeo "tiene su foco puesto en la importancia relativa y el lugar que Europa y la Unión Europea ocupan en los vínculos, los intereses y las percepciones de las sociedades latinoamericanas sobre los temas dominantes de la agenda internacional".
Los resultados abordan aspectos decisivos de la actual agenda global, alterada por la guerra entre Rusia y Ucrania. En el amplio mosaico revelado por la encuesta, China y Estados Unidos son vistos como los países más influyentes en términos económicos, aunque Europa es la región con la que los latinoamericanos prefieren vincularse. "Resalto en lo específicamente latinoamericano una fuerte preferencia por la democracia con un acento significativo contra modalidades de autoritarismo. Además se puede observar un notablemente alto conocimiento público de la Unión Europea y un elocuente reconocimiento del creciente liderazgo de Alemania", explica en diálogo con Página/12 el sociólogo y máster en relaciones internacionales Juan Gabriel Tokatlian, quien estuvo a cargo del diseño y análisis de la encuesta junto a otros colegas de la región.
"América Latina - Unión Europea: miradas, agendas, expectativas" es un estudio basado en una muestra representativa de la población de diez países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Uruguay y Venezuela. Se realizaron en total 1200 entrevistas por país entre el diez de septiembre y el cuatro de octubre de 2021. "En esencia, la encuesta apunta a precisar qué piensa y qué opina América latina respecto a la Unión Europea pero en un marco comparativo que incluye a Estados Unidos, China, Rusia, entre otros, y que, a su turno, aporta a la propia percepción de la región por parte de la opinión pública latinoamericana", sostiene Tokatlian.
Pandemia y principales preocupaciones
Se trata de una suerte de "doble mirada intra-regional y extra-regional con un mayor énfasis en la Unión Europea en un contexto determinado", detalla el vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella, quien destaca en ese sentido que la encuesta se hizo en medio de la pandemia. "No al azar por la dramática experiencia vivida, la preferencia era por respuestas regionales compartidas antes que la compra de vacunas a las grandes potencias", advierte Tokatlian a este diario. En efecto un 53 por ciento de los encuestados prefiere producir vacunas junto a otros países de la región, frente a un 16 por ciento que elegiría producirlas por cuenta propia mientras que un 24 por ciento prefiere comprarlas a las potencias.
En otra de las preguntas se desprende un consenso regional respecto a las dos problemas globales que más preocupan a los latinoamericanos: la pobreza extrema y el cambio climático (73 y 71 por ciento respectivamente). Recién en el quinto lugar aparece la migración y los refugiados (45 por ciento), y en séptimo lugar la deuda de los países (33 por ciento), un asunto que resiente la economía de los pueblos latinoamericanos.
La región se opone además a respuestas autoritarias "que limiten espacios políticos, derechos sociales y oportunidades comerciales". En ese contexto hay un acuerdo, con matices, del 83 por ciento en cuanto a que debe existir la igualdad de género, 79 por ciento frente a la protesta como derecho, o 74 por ciento en cuanto a la democracia como el mejor sistema de gobierno.
Europa como lugar para vivir
En otro orden, se destaca el atractivo de Europa en la cosmovisión de los entrevistados: 39 por ciento lo elige como país donde les gustaría vivir mientras que un 26 por ciento se inclina por Estados Unidos y Canadá. Europa tiene una imagen positiva en la región con un ancla cultural, mediática y simbólica (62 por ciento). En cambio muy pocos vinculan al continente con la discriminación racial, el colonialismo y la extrema derecha (12, 10 y 4 por ciento respectivamente).
Es llamativo el alto nivel de conocimiento sobre la Unión Europea, percibida en América latina como un actor influyente. Alemania y Estados Unidos son los países con mejor opinión en América latina: 43 y 47 por ciento frente a China y Rusia, que alcanzan el 19 y 17 por ciento. En el contexto europeo, Alemania es vista como el mejor modelo de desarrollo. Es por ello que casi la mitad de los entrevistados elige a Europa como la región con la cual vincularse.
"En las cuestiones de lo que se conoce como 'hard power' (poderío militar, combate al terrorismo) el liderazgo es de Estados Unidos. En cuestiones ligadas a la capacidad material (poder económico, desarrollo tecnológico) el liderazgo es de China", explica Tokatlian en base a los resultados de la encuesta. En conjunto, la mayor inclinación hacia Europa obedece, según lo revela un análisis más detallado del sondeo, a que "su modelo de desarrollo es percibido como relativamente más equilibrado y menos inequitativo; lo cual a su turno se liga a la idea, bastante extendida entre los encuestados y las encuestadas, de mayores posibilidades de cooperación".
El impacto de la guerra
Para Tokatlian, el contexto coyuntural de la invasión de Rusia a Ucrania posiblemente podría incidir en algunas de las respuestas, aunque no lo haría de modo sustantivo. "Sí creo que para los observadores y analistas será interesante tomar esta encuesta y cotejar hasta qué punto las diferentes visiones (Unión Europea como potencia normativa, Estados Unidos como potencia militar y China en tanto potencia material) se manifiestan en este momento crítico de la política mundial", explica el sociólogo argentino.
"Hay un dato inesperado que quizás en el corto plazo pudiera llevar a entender cómo ello impactará en la preferencia por la Unión Europea de los latinoamericanos", agrega Tokatlian: "Después de 70 años Europa vuelve a ser escenario de una guerra cuya magnitud y consecuencia parecen imprevisibles".