Horacio Rodríguez Larreta sabe que la batalla por conseguir el lugar como candidato a presidente de Juntos por el Cambio no está ganada. Ni siquiera dentro del PRO. Por eso contraatacó en dos líneas a su adversaria interna, Patricia Bullrich (ya habrá tiempo para los radicales). Por un lado, endureció su discurso para pelearle el lugar que ocupó a la derecha del espectro político: Larreta no solo pidió represión para los movimientos sociales, sino que les "quiten los planes" (que, como en el caso de la AUH, son un derecho). Por el otro, apuntalará a su candidato a gobernador bonaerense, Diego Santilli, ante los intentos de Bullrich de instalar una línea propia. En territorio bonaerense hay una tercera jugadora: la ex gobernadora María Eugenia Vidal, que postula a su ex ministro Cristian Ritondo.

Larreta no suele tomar decisiones de forma apresurada, mucho menos sin consultar encuestas. Es un estilo PRO que viene de los orígenes del espacio, cuando todavía Mauricio Macri tenía filtro y se preocupaba por qué decir y qué ocultar. La salida del jefe de Gobierno a cuestionar a los movimientos sociales, llamarlos "cobardes", decir que se escudan en sus hijos para que no los repriman y finalmente reclamar que los dejen sin la AUH no fue un arrebato, sino parte de una maniobra planificada para "endurecer" su perfil ante competidores que se están volviendo cada vez más un peligro para su proyecto presidencial: por fuera, Javier Milei y, en su propio partido, Patricia Bullrich. La presidenta del PRO viene teniendo reuniones con empresarios argentinos de primera línea y está de gira por Estados Unidos, algo sobre lo que Larreta evidentemente tomó nota. En su entorno, advirtieron que el nivel de preocupación que les genera es moderado (por ahora).

Por supuesto, la extrema derecha ya le contestó a Larreta y buscó evitar que pueda correrse del sitio del "moderado" que tenía antes como objetivo. Un ejemplo lo dio su ex ministro de Cultura Darío Lopérfido, quien le contestó irónicamente: "Bien, Horacio. Lindo discurso pero 6 años tarde. Defender a los ciudadanos que trabajan y pagan impuestos es una obligación siempre. Tardaste bastante en ocuparte del tema pero más vale tarde que nunca. Cariños".

La recepción de Lopérfido grafica cómo la extrema derecha ve a Larreta: como un advenedizo de último momento, que llega tarde a las posiciones más duras. Si le funcionará a Larreta ese intento de correrse a la derecha, está por verse: María Eugenia Vidal debió hacer lo mismo en las elecciones de 2021 e igual sufrió una merma notoria de votos a manos de Milei. No queda claro tampoco cómo hará Larreta para incursionar en ese endurecimiento y seguir con el discurso de que intentará gobernar "con el 70 por ciento". Los movimientos sociales, por lo pronto, ya quedaron afuera de ese porcentaje mágico.

Interna bonaerense

Cualquier candidato que quiera llegar a presidente debe tener una buena opción en la provincia de Buenos Aires. Larreta lo sabe y saldrá a apuntalar a su postulante, Diego Santilli, al que logró trasplantar exitosamente en las elecciones del año pasado. Pero la victoria de Santilli no le ganó el lugar indiscutido de candidato del PRO. Bullrich, una vez más, lanzó una corriente propia y alienta al intendente PRO de General Sarmiento y ex ministro de Energía de Macri, Javier Iguacel, para que le compita a Santilli. De la misma manera, Ritondo --de la escudería Vidal-- está preparando motores para competir.

Así las cosas, Larreta dedicará los próximos dos días a recorrer la provincia con Santilli. El jueves irán a General Rodríguez junto al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, mientras que el viernes Larreta y Santilli volarán a Bahía Blanca, y harán una recorrida junto al intendente local, Héctor Gay.

De esta forma, se sumará a las recorridas que, en forma frenética, Santilli continúa prácticamente desde el día después de la elección del año pasado (fue el único que no paró). En los planes del ex vicejefe de Gobierno está recorrer completas la primera, segunda, tercera y séptima sección electoral. Y para mayo, Santilli quiere completar el mapa de ciudades y de pueblos del interior de la provincia en los que todavía no estuvo. El jefe de Gobierno lo acompañará en algunos tramos, a sabiendas de que parte de su destino se juega en el territorio bonaerense.