Elisa Carrió insistió en que es una víctima de los servicios de inteligencia del país: “Que quede claro: acá me espían, me vigilan, escuchan mis conversaciones y hacen informes sobre la gente que se reúne conmigo”, dijo la líder de la Coalición Cívica y responsabilizó a la número dos de la Agencia Federal de Inteligencia, Silvia Madjadani. La diputada de Cambiemos reclamó la renuncia de la funcionaria pero, en un nuevo giro de su discurso  dejó a salvo al titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas, al que hace algunas semanas también acusaba de espiarla. “Gustavo Arribas me explicó que en Paraguay me cuidó una persona cercana a él. Pero en Argentina los espías escuchan mis conversaciones y me hacen seguimientos. Agradezco que se investigue y se publique”, declaró. “Arribas me trajo un informe pedido por él a gente de su confianza. Me contó que en Asunción reportaba sobre mi presencia una persona de su grupo”, afirmó.