Clima de época. A 24 horas de una nueva convocatoria bajo la consigna NiUnaMenos, seis artistas con empuje, curiosidad y talento bautizadas bajo el nombre de Espiral de Mujeres Guitarristas presentarán su primer disco, que refleja una búsqueda musical colectiva y a la vez particular. “Si bien es un ensamble, el objetivo es mantener la impronta y la individualidad de cada una. La tendencia de buscar la sonoridad original de la guitarra la tenemos todas”, le dicen a PáginaI12 dos de sus integrantes, María Clara Millán y Ana Larrubia. “Por supuesto que adherimos a la marcha. A pesar de la visibilización que tiene hoy el femicidio, se requiere de un trabajo social muy grande y nos interpela a todas. En la música intentamos visibilizar el lugar de la mujer, pero también nos interesa la mirada masculina”, engancha Millán. La cita será hoy a las 21 en Hasta Trilce (Maza 177). “Al principio, el grupo se iba a llamar Círculos de Mujeres. Pero el concepto Espiral nos gustó más porque no es algo estático, sino que se mueve, va creciendo y se expande desde un centro”, explican.

El proyecto surgió en 2014 como un ciclo de conciertos que tenía como fin reunir a guitarristas mujeres de distintos géneros: tango, folklore, música académica, canción de autor, pero con la guitarra siempre como protagonista. “Nos quedamos tan contentas con eso que después nos seguimos juntando para desarrollar la idea y terminamos quedando seis”, cuenta Larrubia. El resto del grupo se completa con Andrea Zurita,  Laura Zilber,  Agostina Elzegbe y Soledad Lazarte, todas sensibilidades distintas que confluyen en este proyecto original y arriesgado. En vivo, además de ensamblarse las seis en varias canciones, también interpretan algunas en formato solista, dúo y trío. Una puesta dinámica que también se refleja en el disco, que propone un recorrido por los ritmos argentinos con calidez musical, virtuosismo y un enfoque popular.

En el repertorio, Espiral viaja por piezas de Juan Quintero (“A pique”), Quique Sinesi (“Terruño”), Carlos Di Sarli (“Bahía Blanca”), además de canciones de las integrantes. “A todas nos conmueve la música original para guitarra desde distintos campos. Nos interesa toda aquella música que nace inspirada en la sonoridad que la guitarra puede desarrollar. La guitarra en la antigüedad intentaba imitar la sonoridad del piano, pero luego encontró un lenguaje propio”, repasa Millán.

–¿Qué lugar ocupa la guitarrista mujer en la música argentina?

Ana Larrubia: –Lamentablemente, no hay una tradición guitarrística vinculada con la mujer. Históricamente, los referentes de guitarra en el folklore y el tango, son todos varones. Y me cuesta pensar en alguna mujer. Suma Paz, tal vez. Otra es María Luisa Anido, una guitarrista con un abordaje clásico. Pero son poquitas. Aquí queremos visibilizar que hay mujeres que tocan la guitarra en estos campos y géneros. Hay un montón de mujeres guitarristas, pero tal vez no están tan visibles en el tango y el folklore. Creo que responde a una tradición machista, que el instrumento es una cosa masculina y requiere una fuerza. Sin embargo, las guitarristas mujeres están más presentes en la música académica y la canción.

María Clara Millán: –En el primer ciclo que organizamos participó una guitarrista de tango que en este momento está mostrándose por el mundo, Mirta Álvarez. Yo no recuerdo otras guitarristas que toquen tango.

A. L.: –O no se ven. En los festivales de guitarra, se programan pocas  mujeres. El año pasado en Guitarras del Mundo había 25 guitarristas varones y cinco mujeres, de las cuales tres eran extranjeras. Las hay, pero ¿por qué no se programan? Es una pregunta que nos hacemos.