Las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA se pronunciaron este jueves en relación a la batalla campal entre dos agrupaciones de izquierda, que tuvo lugar el pasado martes. A través de un comunicado, afirmaron que los hechos de violencia "fueron un punto crítico de una serie que tuvo lugar desde los inicios de las elecciones del claustro de estudiantes".

En la tarde del 23 de marzo, recuerda la decanato, "se vivieron en el hall de la Facultad momentos violentos entre integrantes de dos agrupaciones estudiantiles". Ese día hubo "gritos y encontronazos que requirieron la intervención de autoridades y otros miembros de la comunidad de Filo, con el objeto de disolver esa situación, y evitar que hubieran lesiones físicas y que se intensificara la tensión". Los insultos siguieron en las horas posteriores entre ambos grupos.  

"Se decidió entonces propiciar una serie de diálogos con distintos actores políticos a fin de dirimir el conflicto", añade el comunicado. En los días siguientes, conforme se acercaba la fecha de las elecciones, "se mantuvieron los espacios de diálogo entre las autoridades y las fuerzas estudiantiles".

En ese marco se pactó "un acuerdo de convivencia" entre las distintas agrupaciones y los no docentes acerca de "la organización y funcionamiento de la Facultad durante las elecciones". También hubo un acuerdo de la Junta Electoral del Centro de Estudiantes, "que se propuso sostener el proceso democrático electoral".

Así transcurrió la semana de las elecciones, del 4 al 8 de abril. La tensión regresó el lunes 11, alrededor de las 18,30, cuando volvieron a cruzarse insultos entre grupos diferentes. La "escalda de violencia" culminó al día siguiente

Dos horas después de los enfrentamientos, "las autoridades de la Facultad convocaron a una reunión de urgencia con los apoderados de todos los frentes estudiantiles, pero ninguna agrupación asistió". Por tal motivo, y ante lo vivido, "se decidió desalojar la Facultad, suspender las actividades y cerrar las puertas de la sede de Puan para impedir que un mayor número de personas interviniera en episodios violentos".

El texto resalta que "los participantes de los hechos de violencia continuaron instalados en el hall central del primer piso, y volvieron a incurrir en enfrentamientos físicos desoyendo la búsqueda de diálogo de las autoridades, docentes, no docentes, de otras agrupaciones estudiantiles presentes y estudiantes que salieron de sus clases a pedir el cese de la violencia y la apertura de un espacio de diálogo".

Así pasaron "cuatro horas de tensión, que incluyeron agresiones y violencia física entre estudiantes y hacia todxs quienes intentaban intermediar, y con el edificio ya desalojado de cursantes y docentes". Los grupos en pugna abandonaron el edificio pasada la medianoche.

El miércoles hubo reuniones que derivaron en el acuerdo para reanudar la actividad el próximo lunes. Ese día, a las 13, habrá una sesión extraordinaria del Consejo Directivo.

"En vistas de esta sesión extraordinaria del Consejo Directivo, instamos a las fuerzas políticas con representación estudiantil a que guarden los principios democráticos que rigen la vida política de la Institución", concluye el comunicado