Cara a cara, Mauricio Macri y Alicia Kirchner dieron un paso adelante en el acuerdo que habilitará asistencia financiera a la provincia de Santa Cruz para dejar atrás las situación crítica que atraviesa ese distrito. El acuerdo, de no mediar contramarchas, se firmará en los primeros días de la semana que viene y habilitará un préstamo del Banco Central por 750 millones pesos para atender las necesidades más urgentes y un fondo fiduciario por 1200 millones de pesos, otorgados por el gobierno nacional contra la presentación de un plan fiscal que termine con el déficit de las cajas provinciales en un período de cuatro años. “Esperamos cumplir esas metas pero nunca dejando a la gente afuera”, aseguró la gobernadora después de la reunión celebrada ayer por la mañana en la Casa Rosada.

“Este acuerdo exige la madurez política que tienen que tener una gobernadora y un presidente de la República. Hablamos con toda seriedad para ver cómo sacar adelante a Santa Cruz –dijo Kirchner a la salida del encuentro–. Esto es para salir de la urgencia pero tenemos que pensar a la provincia en su desarrollo y salir de la única manera que conocemos, trabajando”. La gobernadora detalló la ayuda económica que recibirá una vez que se firme el acuerdo y explicó que para poder acceder a esos beneficios redujo el gasto público “al máximo” aunque sin sacrificar puestos de trabajo, una de las condiciones que había puesto.

Por su parte, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, una de las piezas clave en las negociaciones, explicó que “Santa Cruz se compromete a llegar al equilibrio de las cuentas públicas en 2020” para acceder a la ayuda económica. Aunque se esperaba que el documento final se sellara ayer, finalmente la rúbrica se pospuso hasta el lunes o el martes, según informaron fuentes que participaron de la negociación. “Se están terminando de definir los montos y cómo serán las metas bimestrales”, detalló Frigerio sobre los cabos sueltos en los que los equipos técnicos de ambas partes trabajan a contrarreloj.

El encuentro, primero cara a cara entre el presidente y la gobernadora santacruceña, fue amable pero algo distante. La desconfianza mutua se podía palpar en el aire. Con el correr de los minutos, los dos se fueron distendiendo aunque nunca pudieron dejar atrás un tono de correcta frialdad. Al finalizar la reunión, ambos coincidieron en que “fue un encuentro positivo” y que “el hecho mismo de haber podido sentarse a dialogar” a pesar de los recelos mutuos “es una buena señal”. Además de las urgencias económicas de Santa Cruz, se pusieron otros temas sobre la mesa.

Kirchner le pidió a Macri que ponga atención a las pérdidas de puestos de trabajos privado que sufre en la provincia, particularmente en el sector petrolero. Reclamó por los empleos en una serie de empresas contratistas de YPF que se encuentran en conflicto por despidos y cuya conciliación obligatoria vence hoy. También reclamó por la construcción de un gasoducto que une las ciudades de Pico Truncado y Los Antiguos. Los 450 kilómetros de cañerías ya están comprados y la obra había comenzado con el gobierno anterior pero al asumir, esta administración decidió rescindir la obra.

El estatus de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que se encuentran frenadas por una medida cautelar, también estuvo en la agenda. El presidente Macri, que trató el asunto en su reciente viaje a China, le prometió a la gobernadora que “el 1º de septiembre” la obra estará en marcha. Kirchner, a su vez, le planteó la necesidad de construir infraestructura para las familias de los más de cinco mil trabajadores que trabajarán en la obra. También hablaron de los estudios de impacto ambiental y la audiencia pública que debe realizarse el mes que viene como condición previa al comienzo de la construcción.

Por último, el presidente pidió a la gobernadora que apoye el Acuerdo Nacional Minero que planea presentar el próximo lunes, siguiendo el modelo de los pactos entre Nación, provincias, empresas y sindicatos que ya implementaron en el sector petrolero y el automotriz. Kirchner le planteó algunas reservas sobre ciertas cláusulas y los equipos de ambos trabajarán el fin de semana para resolver esos problemas. “Si nos parece bien lo vamos a firmar, si no no lo haremos o lo firmaremos con reservas”, le dijeron a este diario fuentes del gobierno santacruceño.