Tiempos convulsionados se viven en Liniers, con el equipo eliminado de la Copa de la Liga, con un arranque titubeante en la Libertadores (1 a 4 vs Estudiantes y 2 a 2 contra Bragantino), con técnico interino tras la renuncia de Pellegrino y con una producción futbolística tan opaca que lo llevó a perder su invicto de 15 partidos de local ante Central Córdoba. Luego de esa caída, que desató la furia de parte de sus hinchas, sumó otro empate ante Barracas. Y si bien levantó el nivel, todavía no ganó de visitante y el tanto de penal de Janson fue la primera anotación lejos del Amalfitani.

Esta racha, sumada a ciertos manejos económicos que no terminan de cerrar, llevó a un grupo de hinchas a autoconvocarse por redes sociales para volver a manifestarse ayer en la puerta de la sede del club. La consigna: “Que se vayan todos”. Aunque la dirigencia encabezada por Sergio Rapisarda fue reelecta en marzo de 2021. Entre los motivos principales que esgrimían los seguidores estaba la desintegración de un equipo que venía de finalizar en el segundo puesto de la tabla anual detrás de River.

Tal protagonismo colaboró para que uno de sus baluartes, Thiago Almada, fuera vendido a la MLS en 16,5 millones de dólares. La cifra más alta en la historia de la competición estadounidense. Junto a su salida también se produjo la de Federico Mancuello, quien optó por seguir su carrera en México. Tras perder a sus dos conductores, más el retiro de Ricardo Álvarez, la no consideración de Ricardo Centurión y la partida de Lucero y Tarragona, la ofensiva quedó ostensiblemente debilitada.

A pesar de esta situación, los ingresos millonarios no se utilizaron para incorporar futbolistas de jerarquía, sino otros que venían a pelearla como José Florentín (Guaraní), Franco Díaz (Temperley), Sebastián Sosa Sánchez (Patronato), Emanuel Insúa (Aldosivi) y Joel Soñora (Banfield). La excepción fue la repatriación de Santiago Cáseres y la continuidad de Lautaro Giannetti, quien sufrió la rotura de ligamentos hace pocos días.

Los tiempos gloriosos vividos con Christian Bassedas en su etapa anterior como mánager hace poco más de una década mostraban una ecuación tan sencilla como rendidora: la fábrica de jugadores trabajando a full y el ojo clínico del exNewcastle incorporando futbolistas que rompieran el molde y potenciaran juveniles (Sebastián Domínguez, Federico Insúa y Maxi Moralez fueron algunos casos).

Ventas por 85 millones de dólares

Sin embargo, la receta pareció perderse en los últimos años. La materia prima siguió dando sus frutos y dividendos económicos: a fines de 2017 Maxi Romero fue vendido al fútbol neerlandés por 10,5 millones de euros. Una cifra similar pagó Villarreal por Cáseres a mediados de 2018 y un año después Espanyol hizo lo propio por Matías Vargas. Nicolás Domínguez a Bologna, Gastón Giménez y Álvaro Barreal a la MLS, Robertone al Almería y Brian Cufré al Mallorca fueron otras salidas importantes.


Los números indican que se totalizaron ventas por 85 millones de dólares desde la asunción de la actual dirigencia a fines de 2017. Y la conclusión a la que llegan los hinchas es que la fuga de talentos no fue bien cubierta. Pablo Cavallero, designado mánager del plantel con la nueva conducción, emergió como uno de los principales apuntados por este tema y debió dejar su cargo en agosto de 2021. La contratación de jugadores que taparon la proyección de juveniles por otros de dudosos antecedentes y condiciones técnicas (Jonathan Ramis, Mauro Pittón y Enzo Martínez, por citar algunos) precipitaron la salida del exarquero de la Selección.

Y si bien su reemplazo por Bassedas trajo un aire fresco, la repatriación de Lucas Pratto y la renovación de contratos que parecían perdidos -como el del capitán Giannetti- lo cierto es que el hombre más ganador de la historia del club prácticamente no dispuso de capital para reforzar el plantel.

La palabra del presidente Rapisarda

Frente a este escenario de incertidumbre, Página/12 le consultó a Sergio Rapisarda por este presente. “Lógicamente es un momento que uno no desea atravesar. Iniciamos la temporada con otras expectativas. Tenemos un plantel competitivo, pero ahora debemos afrontar esta situación y superarla. Es la primera vez en cuatro años y medio que pasamos por un momento de estas características. Hay que seguir trabajando arduamente y tomar las decisiones necesarias para revertir este momento, para continuar en la senda de crecimiento que venimos transitando hace años”, respondió, al tiempo que agregó que “es entendible el reclamo del socio y el hincha, porque el presente futbolístico no es el que uno desea”.

También se refirió al tema económico. “Estamos sólidos. Vélez es un club cumplidor. Tenemos al día a todo el personal de la institución, incluyendo el plantel profesional de fútbol. No nos hemos atrasado jamás durante toda la pandemia, a pesar de estar dos ventanas sin ventas de futbolistas. Contamos una planificación de inversiones para lo que resta de este 2022/23 que incluye una importante puesta en valor del estadio con la renovación de más de 19.000 butacas, la incorporación de un nuevo césped con tecnología de avanzada para el Amalfitani y campos de entrenamiento en Villa Olímpica. También se realizarán trabajos de pintura y obras sectorizadas que ya están en inicio de ejecución. Nuestro objetivo es seguir creciendo”, apuntó.

Ante Nacional, por la Libertadores

En el plano futbolístico, Julio Vaccari seguirá con su interinato este martes (desde las 19:15, por Fox Sports) ante Nacional de Montevideo, por la tercera fecha del Grupo C. Los antecedentes marcan que Vélez nunca pudo ganarle a este equipo anteriormente: fueron dos empates y dos derrotas en el historial. Y desde esas latitudes, justamente, podría surgir el futuro entrenador del Fortín: Alexander Medina, recientemente destituido del Inter de Porto Alegre y de gran paso por Talleres, pica en punta en la lista de candidatos.