Al parecer, el futuro de la música ya llegó y se llama BotDylan: una inteligencia artificial (IA) capaz de componer sus propios temas. Temas folk, sobra aclarar, habiendo sido “entrenada” para aprender diferentes patrones y estructuras de la canción a partir del escaneo de 23 mil piezas de música folclórica irlandesa. Con tan auspiciosos resultados que la alumnita digital puede ya atribuirse la autoría de más de 100 mil melodías originales. Sin duda, the times they are a-changin’, en palabras del señor Robert Allen Zimmerman (aka Bob Dylan), a quien homenajea con su nombre la talentosa y expeditiva maquinola, desarrollada por científicos británicos de la Universidad Kingston y de la Universidad Queen Mary, de Londres. “Durante tantísimo tiempo, se ha considerado que la expresión creativa y artística está más allá de las capacidades de la IA, y son muchos los que han insistido que esa será una de las pocas áreas donde los humanos tendrán una ventaja sobre las máquinas. Esta nueva compositora computarizada, empero, pone en jaque esa suposición”, considera el Daily Mail que, en charla con uno de los “padres” de la criaturita computarizada, el especialista en tecnología musical Oded Ben-Tal, recaba la siguiente declaración: “No esperábamos que ninguna de las melodías generadas por la IA fueran demasiado buenas. Pero tanto nosotros como los músicos con los que trabajamos nos sorprendimos gratamente al escuchar la calidad de las canciones creadas”. Y luego: “La gente se resiste a creer que las máquinas pueden ser creativas; ese, se presume, es un atributo humano. Sin embargo, el hecho es que la tecnología y la creatividad han estado interconectadas desde siempre y este es solo otro paso en esa dirección”. Tiembla John Connor. Al ritmo, eso sí, de repertorio celta.