La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA) y la empresa aeroespacial Boeing lanzaron este jueves en conjunto su cápsula Starliner rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) en un vuelo de prueba no tripulado considerado como crucial, tras años de fallas y falsos comienzos.

La denominada misión Orbital Test Flight 2 (OFT-2) despegó a las 19:54 hora argentina (18:54 hora local) desde el Centro Espacial Kennedy, de Cabo Cañaveral (Florida), y se espera que se acople a la EEI dentro de 24 horas.

La NASA realiza una transmisión en vivo para que los aficionados puedan observar este experimento espacial, destinado a determinar si la cápsula Starliner será capaz de transportar humanos en un futuro. La prueba ya había sido ejecutada sin éxito en 2019, cuando la nave tuvo que regresar a Tierra antes de que sucediera una catástrofe "in extremis" o de último momento.

Luego, en agosto de 2021, se intentó poner en marcha nuevamente el proyecto, pero se canceló debido a un problema de válvulas detectado durante las verificaciones finales del ensayo.

Según declaraciones de la subdirectora del programa de Estación Espacial Internacional, Dana Weigel, este lanzamiento es "un paso crucial" para la NASA hacia "dos vehículos que transportan tripulaciones de forma regular".

Cómo es la misión de la Cápsula Starliner

La cápsula Starliner de Boeing tiene unos 5 metros de altura y capacidad para una tripulación de hasta siete personas. La aeronave cruzará la atmósfera terrestre con ayuda de un cohete Atlas V, de 52 metros de alto y construido por el consorcio privado United Launch Alliance (ULA), del que Boeing también forma parte.

Asimismo, lleva una "tripulante": se trata de una muñeca llamada Rosie, que fue colocada en el asiento del comandante. La tarea de "Rosie", que está equipada con unos 15 sensores, será recopilar información sobre los movimientos de la estructura.

Unas 24 horas después del lanzamiento, el módulo Harmony de la EEI recibirá a la nave, que se acoplará de forma autónoma. El Starliner llegará con más de 360 kilos de carga, de las cuales casi 230 kg, corresponden a material de la NASA y suministros para la tripulación.

Por último, la cápsula se mantendrá por unos cinco días en el laboratorio orbital para luego emprender un viaje de regreso que concluirá en el desierto de Nuevo México, donde aterrizará con 270 kgs de carga, incluidos tres tanques reutilizables del sistema de recarga de oxígeno y nitrógeno que proporcionan aire respirable a los miembros de la tripulación de la EEI.