El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este viernes a Corea del Sur, en su primera visita oficial a Asia, definida como prioridad de su política exterior al llegar al poder, con una nutrida agenda que buscará reforzar los vínculos en materia de seguridad con sus aliados regionales, en un contexto de preocupación por un posible ensayo nuclear norcoreano.

Aliados

Se trata del cuarto viaje de su Presidencia, realizado en medio además de una creciente controntación con China, en el que tiene previsto permanecer tres días en Corea del Sur, para viajar este domingo a Japón, donde permanecerá hasta el 24 de mayo.

Tras aterrizar en la base aérea de Osan, Biden se dirigió a una fábrica de semiconductores del gigante tecnológico surcoreano Samsung en Pyeongtaek, donde fue recibido de manera calurosa por el nuevo presidente de ese país, Yoon Suk-yeol, un político proestadounidense. En sus primeras declaraciones en tierra surcoreana, el estadounidense dijo que la alianza entre ambos países constituye "un eje de paz, estabilidad y prosperidad" en la región y en el mundo.

El viaje se enmarca en un aumento de tensiones con Corea del Norte. Sobre este punto, la Casa Blanca advirtió que hay una "posibilidad auténtica" de que Pyongyang lance un misil de largo alcance o realice su primera prueba nuclear en cinco años durante la visita de Biden a la zona. "Estamos preparados para esa posibilidad, nos hemos coordinado con Corea del Sur y con Japón y sabemos lo que haríamos para responder", dijo el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial rumbo a Seúl. 

La Casa Blanca comunicó a China que esa "provocación" norcoreana haría que Estados Unidos "ajustara la forma en la que sus militares están posicionados en la región" para "defender a sus aliados", añadió Sullivan. Biden tiene previsto visitar a las tropas estadounidenses y surcoreanas, pero no realizará el tradicional viaje presidencial a la frontera fortificada, conocida como DMZ, entre las dos Coreas.

Advertencia para China

El asesor dijo que Biden llega a Asia con "el viento a favor" por el liderazgo de Estados Unidos en la respuesta a la invasión de Ucrania ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin. El alto costo militar, diplomático y económico impuesto a Rusia es visto en Washington como una advertencia para China, dadas las ambiciones declaradas de Beijing de obtener el control de Taiwán, incluso si eso supone ir a la guerra.

En la planta de Samsung, compañía que emplea a unas 20.000 personas en Estados Unidos y trabaja actualmente en la construcción de una fábrica de semiconductores en Texas, Biden destacó que los chips son una "maravilla de la innovación" crucial para la economía mundial. Estos pequeños artefactos "posibilitan nuestras vidas modernas" y son la "llave que nos impulsa a una nueva era del desarrollo tecnológico de la humanidad", agregó. Corea del Sur es un gran productor de semiconductores y fabrica cerca del 70 por ciento de los chips que se utilizan en el mundo, dijo Yoon en su discurso.

Grupo Quad

Además de los encuentros previstos con los mandatarios de Corea del Sur y Japón, Biden participará en Tokio en una cumbre regional del grupo Quad, que incluye a Australia, India, Japón y Estados Unidos. Washington busca "afirmar la imagen de lo que podría ser el mundo si las democracias y las sociedades abiertas del mundo se unieran para dictar las reglas del juego" alrededor del "liderazgo" estadounidense, indicó Sullivan. "Creemos que este mensaje será escuchado en Beijing. Pero no es un mensaje negativo y no va dirigido contra ningún país", dijo.

China y Taiwán están sin embargo en las mentes de todos. A principios de este mes, el director de la CIA, William Burns, dijo que Beijing estaba observando "con atención" la invasión rusa de Ucrania y sacará lecciones de "los costos y las consecuencias" de una toma de control por la fuerza de la isla de Taiwán.