Ayer se presentaron los alegatos de la fiscalía y de las partes en el juicio por jurados contra Fernando Farré, acusado del femicidio de Claudia Schaefer en 2015. “No puedo explicar ni justificar lo que pasó”, leyó Farré ante los doce jurados, de una carta dedicada a sus tres hijos. La defensa mantuvo la estrategia de pedir la inimputabilidad del acusado con el argumento de que estaba psicológicamente “enfermo” al momento del crimen, o que atenuaran la condena por haberse tratado de un acto en estado de “emoción violenta”. En tanto, las dos fiscales que intervienen en el juicio y los representantes de la querella coincidieron en que Farré era consciente de lo que hacía y pidieron al jurado que no votara por la inimputabilidad del acusado. “Durante el juicio se probó que la relación se daba en el marco de violencia de género, donde había violencia física, psicológica, verbal y económica”, aseguró la fiscal Carolina Carballido Calatayud. “Fue un femicidio de manual y a sangre fría”, agregó. Hoy el jurado dará a conocer su veredicto.

“El juicio transcurrió según nuestras expectativas”, dijo a PáginaI12 el abogado querellante, Jorge Alberto Sandro. “Las pruebas y los testimonios que presentamos fueron convincentes y contundentes, mientras que las respuestas de la defensa no contestaron eficazmente: las explicaciones fueron insatisfactorias y no tienen respaldo”, añadió el abogado. Sobre la decisión del jurado para el veredicto se mostró confiado al estimar que “van a utilizar su sentido común y su honradez a la hora de votar”. 

Finalizados los alegatos ayer en el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro, Farré hizo uso de su derecho a decir las últimas palabras frente a los doce jurados y el juez Esteban Andrejín, a quien pidió permiso para leer una carta que había escrito a sus tres hijos el 4 de mayo de 2016. “El 21 de agosto del año pasado (por 2015) cambiaron nuestras vidas. Están con gente que los quiere y que los apoya, pero cuando quieran me pueden venir a visitar o llamarme por teléfono”, leyó el acusado. “No puedo explicarles bien cómo me siento –continuó–, perdón, los quiero como siempre y más, obviamente no puedo explicar ni justificar lo que pasó y el desenlace me duele. Vivo recordando los buenos momentos juntos, daría mi vida, la cambiaría en un segundo por irme yo y que ustedes estén con su madre, pero acá estoy”, sostuvo con total frialdad.

El alegato del abogado de la defemsa, Adrián Tenca, no se corrió de la estrategia planteada durante la semana pasada, al plantear que el acusado no era él mismo al momento del femicidio. “Farré trató siempre de ser el mejor, tiene una personalidad narcisista, él no eligió ser así. Estaba enfermo al momento del hecho, porque el despido (de su trabajo en la empresa de cosméticos Coty) lo sacó de su eje personal y familiar”, explicó Tenca. El abogado sostuvo que “nadie planificaría un crimen para llevarlo a cabo en un country cerrado a las once de la mañana”, lo que para él prueba que “el homicidio surgió de modo espontáneo”. “¿Creen que un cuerpo brutalmente degollado y apuñalado de esa manera, en cinco minutos, es fruto de un crimen premeditado?  Si él hubiera querido dar muerte a su esposa, lo hubiera hecho de un modo más sutil, con un sicario”.

Por su parte, las fiscales que intervienen en el juicio, Carolina Carballido Calatayud y Laura Zyseskind, manifestaron enfáticamente su rechazo al pedido de la defensa. “Farré decidió matar a su mujer sin una gota de piedad, a sangre fría y de la forma más cruel, sin importarle las consecuencias”, afirmó Carballido y subrayó que “si bien la defensa intentó sin éxito demostrar que Farré no ejercía violencia de género, todos nuestros testigos coincidieron que Claudia (Schaefer) era una sometida”. La fiscal repasó ante el jurado, en un power point, los testimonios que se dieron la semana pasado y mostró un resumen de las pruebas que se presentaron. Luego señaló que “Farré no sólo era violento con su mujer, sino en todos los ámbitos de su vida”, y que “él sabía muy bien elegir entre lo que está bien y lo que está mal y eligió muy mal: eligió matar a su mujer”.

Zyseskind, en tanto, se dirigió al jurado y les pidió “que no voten por la inimputabilidad. Este señor no puede ser declarado no culpable porque sabía lo que hacía. La defensa intentó probar lo contrario, pero la fiscalía probó que tenía la mente sana y que premeditó el hecho”. La fiscal aseguró que “no había ninguna psicosis, ningún retraso madurativo. Al contrario, todos los testigos dejaron claro que el señor es muy inteligente”. “Farré estuvo preparando el lugar y tuvo tiempo para premeditar el crimen”, agregó, y sobre los supuestos traumas que había postulado la defensa que tenía Farré al momento del crimen por haber perdido el trabajo y tener un hijo autista, indicó que “nadie mata a nadie por perder el trabajo o por tener un hijo con discapacidad. Esos traumas no justifican ocho golpes, 66 puñaladas; no justifican este horrible crimen”.

Minutos después del alegato de las fiscales, comenzó el turno de la querella, integrada por Jorge Alberto Sandro y por el abogado de la hermana de Schaefer, Gustavo Posleman. “Claudia fue víctima de una escalada de violencia que terminó con su vida”, expresó Posleman y luego interpeló a los doce jurados al decirles: “ustedes representan a la sociedad, y la sociedad está esperando una resolución que le de justicia a Claudia. Si esto queda impune, imagínense qué idea le damos al mundo”. Sandro lo sucedió en la palabra, y señaló que “la defensa fracasó por completo” debido a que sus intervenciones fueron “excusas inexactas que no se ajustan a la verdad”. El abogado advirtió que Farré “sabía que el viernes 21 de agosto ella iba a ir al country por los documentos (de sus hijos) y esa fue la zanahoria que puso delante de la vista de Claudia para que ella fuera”. “Ese degüello fue la mayor muestra de odio hacia ella. La mató como a un animal, la mató por placer y aplicó sus golpes uno a uno; no pueden tener dudas de que Farré actuó de una manera prevista”, enfatizó. Para finalizar, les pidió a los jurados que votaran por la culpabilidad del acusado ya que “además de impartir justicia hay que proteger a los hijos, que van a quedar a la deriva”.

Informe: Juan Funes.