Mientras en Argentina se demora el envío al Congreso del proyecto de ley de Renta Inesperada, el Reino Unido avanzó en la materia y hará que las empresas de petróleo y gas paguen un tributo de ese estilo para que no se vean resentidos los ingresos de la población en un contexto de energía cara para los hogares y fuertes ganancias de los sectores empresarios. A esas firmas se les cobrará un 25 por ciento de tributo y se permitirá deducir el equivalente a esos montos en el caso de que se traduzcan en inversiones. 

El gobierno del Reino Unido anunció en las últimas horas un impuesto a las ganancias inesperadas de las empresas energéticas productoras de petróleo y gas, con el objetivo de redireccionar, por lo menos, un total de 6.300 millones de dólares para aliviar el golpe inflacionario de los británicos. Según se detalló en el marco del nuevo programa, la iniciativa tomó color tras numerosas presiones de la opinión pública y una inflación que, en abril, escaló al 9 por ciento interanual (un máximo en 40 años y en todo el G7). De este modo, la administración de Boris Johnson decidió establecer un nuevo tributo dirigido a las “ganancias inesperadas” de las firmas energéticas, el cual será “temporario” y “focalizado”, según aseguró hoy en la Cámara de los Comunes, el canciller de la Hacienda, Rishi Sunak.

Si bien hasta hoy los funcionarios del gobierno británico, que lejos está de ser un ejecutivo progresista –incluyendo el propio Sunak- se opusieron al impuesto por temor a que las firmas frenarían sus inversiones, la opinión pública y el Partido Laborista presionaron para su sanción.

Asimismo, el cambio en la postura se da un día después de la publicación de un informe por la alta funcionaria Sue Grace, en el marco del “partygate”, que responsabilizó a Boris Johnson y diversos funcionarios británicos de la celebración de numerosas fiestas ilegales en Downing Street durante las cuarentenas de coronavirus.

En Argentina, el ministro de Ecoonomía, Martín Guzmán, prometió hace unos meses enviar al Congreso un proyecto de ley de "renta inesperada", con el objetivo de gravar a aquellos sectores que "sin hacer nada", obtuvieron en tiempos de pandemia y guerra en Ucrania rindes muy importantes. En el Gobierno insisten en que la norma se enviará al Parlamento en quince días, y que no recaerá sobre todos los sectores sino algunos muy concretos. Uno de ellos, precisamente, el de la energía y lo commodities de alimentos. 

Hogares con "pobreza energética"


El último martes, la autoridad reguladora de la energía en Reino Unido (Ofgem) advirtió que las facturas anuales de la electricidad para millones de hogares podrían elevarse de 800 a 2.800 libras (1.000 a 3.494 dólares) para octubre de este año, es decir, un incremento del 42%, según consignaron las agencias Bloomberg y AFP.

La entidad advirtió que, con dichos incrementos, 12 millones de hogares entrarán en la llamada “pobreza energética”, es decir, deberán destinar más del 10 por ciento de sus ingresos para pagar las facturas.

El nuevo impuesto, que gravará el 25 por ciento de las ganancias y tendrá deducciones en caso de reinvertir las mismas, recaudará un total de 6.300 millones de dólares, lo cual, según prometió Sunak, permitirá otorgar subsidios por única vez de 650 libras (818 dólares) a 8 millones de hogares de menores ingresos en el país como parte de un paquete de asistencia que totalizará 15.000 millones de libras (19.000 millones de dólares).

Dichas familias recibirán el monto a través de dos desembolsos directos y un subsidio en las facturas, en tanto que todos los hogares recibirán un monto de 400 libras (US$ 502). “Sabemos que los hogares están siendo impactados muy fuertemente ahora mismo. La asistencia fiscal tiene que ser a tiempo, focalizada y temporaria”, señaló el titular del área económica.

Tras lo cual, explicó que “el sector del petróleo y el gas está obteniendo ganancias extraordinarias, no como resultado de cambios en la innovación o la eficiencia, sino a causa del repunte global en los precios de los commodities motivado, en parte, por la guerra de Rusia”.

Las empresas energéticas fueron de las más beneficiadas por la escalada de precios tras el desencadenamiento de la invasión de Rusia en Ucrania. Firmas británicas como Shell y British Petroleum (BP) registraron ingresos por US$ 6.200 millones y US$ 9.100 millones, respectivamente durante el primer trimestre del año, frente a los US$ 2.600 millones y US$ 3.200 millones del mismo periodo del año pasado.