Por séptima vez en su historia, la Selección Argentina jugará en el estadio de Wembley. Y el partido del miércoles ante Italia por la Finalíssima Europeo-Sudamericana será el primero que disputará allí ante un seleccionado que no es el local. En ninguno de esos seis enfrentamientos pudo ganar (tres empates y tres derrotas). Pero cada uno de ellos dejó algo que contar. Algunos, para bien o para mal, forman parte de la leyenda del fútbol nacional. 

El León de Wembley

Cuando el 9 de mayo de 1951, la Selección Argentina dirigida entonces por Guillermo Stábile fue a jugar a ese templo del fútbol, sintió que estaba visitando el hogar de sus padres. Y de la transmisión del partido que hizo Luis Elías Sojit por Radio Belgrano, surgió ese apodo que bautizó para siempre a Miguel Angel Rugilo, el arquero de la Selección, que tuvo una actuación sobresaliente. Mario Boyé puso en ventaja a la Argentina en el primer tiempo y luego, Inglaterra bombardeó el área argentina que Rugilo defendió con grandes atajadas. En los diez minutos finales, Stan Mortensen y Jackie Millburn sellaron la victoria inglesa. Pero Rugilo se retiró en andas de sus compañeros ovacionado de pie por los 100 mil espectadores. Formación: Rugilo, Colman (Allegri) y Filgueiras; Yácono,Faina y Pescia, Boyé, Méndez, Bravo, Labruna y Loustau.

La expulsión de Rattín 

El 23 de julio de 1966, Argentina volvió a Wembley para jugar ante Inglaterra por los cuartos de final del Mundial. El interventor de la AFA, Valentín Suárez, desconfiaba del árbitro alemán Rudolf Kreitlein e instruyó al capitán del equipo, Antonio Ubaldo Rattín, para que solicitara un intérprete y reclamara ante cualquier fallo dudoso. Rattín se tomó tan a pecho la tarea que casi se olvidó de jugar y se dedicó a protestar todas las sanciones del árbitro, quien harto del asedio, lo expulsó en la mitad del primer tiempo. El jugador de Boca resistió la sanción, detuvo el partido por diez minutos y cuando no le quedó mas remedio que irse, dio toda una vuelta a la cancha y estrujó los banderines ingleses que estaban en los córners. Con un hombre menos, el equipo que dirigía Juan Carlos Lorenzo acentuó su esquema hiperdefensivo. Pero no pudo evitar la derrota por 1 a 0 con gol de cabeza de Geoffrey Hurst y la eliminación del Mundial. Formación: Roma; Ferreiro, Perfumo, Albrecht y Marzolini; Alberto González, Rattin y Ermindo Onega; Solari, Artime y Mas.

Un matador en Londres

El 22 de mayo de 1974, la Selección jugó en Wembley el penúltimo amistoso preparatorio para el Mundial de Alemania. Inglaterra ganaba 2 a 0 con goles de Channon y Worthington. Pero dos goles de Mario Alberto Kempes en el segundo tiempo le posibilitaron un empate inesperado. Fue la primera gran aparición del Matador en el fútbol mundial. Habría más. Formación: Carnevali; Glaria (Wolff), Perfumo, Bargas y Sá, Brindisi (Houseman), Telch y Squeo; Balbuena, Ayala y Kempes.

El golazo que no fue

El 13 de mayo de 1980, la Selección campeona del mundo dirigida por Cesar Luis Menotti pisó Wembley para probarse en otro amistoso ante Inglaterra. Ganaron 3 a 1 los locales con dos goles de Johnson y uno de Keegan. Passarella de penal descontó para la Argentina. Pero el partido fue un anticipo del futuro. Seis años antes de su gol eterno en México, Diego Maradona pergeñó una jugada similar: recibió de espaldas al arco un pase de Juan Barbas, giró, dejó cuatro ingleses en el camino y su remate cruzado de zurda se fue junto al poste derecho. "Si cortabas hacia adentro y gambetabas al arquero, era gol", le dijo su hermanito Hugo. Le hizo caso. Y ante el mismo rival, entró en la historia. Formación: Fillol; Olguín, Van Tuyne, Passarella y Tarantini; Barbas (Ischia),Gallego y Maradona; Santamaría (Luque), Ramón Díaz y Valencia.

Una gran reacción

Por la Copa Stanley Rous y ahora conducida por Alfio Basile, la Selección se presentó en Londres el 25 de mayo de 1991. Y no empezó bien. Perdía 2 a 0 con goles de Gary Lineker y David Platt. Pero en el segundo tiempo, la fibra del equipo le permitió reponerse e igualar 2 a 2 con dos goles de cabeza de Claudio García y Darío Franco tras dos córners ejecutados por Antonio Mohamed. Fue un muy buen apronte para un equipo que dos meses más tarde, con Caniggia, Batistuta y Leo Rodríguez como titulares, ganó la Copa América de Chile. Formación: Goycochea; Basualdo, Vázquez, Ruggeri y Enrique; Franco, Gamboa y Simeone; García, Martelotto (Mohamed) y Boldrini.

El último acto

El 23 de febrero de 2000, la Selección llegó a Londres con Marcelo Bielsa como técnico. Fue un 0 a 0 repleto de infracciones y muy poco destacable. Y la última vez que la Argentina se presentó en una de las catedrales del fútbol del mundoFormación: Cavallero; Sensini (Pochettino), Ayala, Chamot y Arruabarrena (Vivas), Zanetti, Simeone y Verón; Ortega (Gustavo López), Batistuta (Crespo) y Kili González.