En un intento por reducir el uso de fuentes energéticas convencionales y disminuir el impacto que tendrán los aumentos de tarifas en la economía doméstica, las energías renovables cobran cada vez más protagonismo. Se trata de aquellas que toman como fuente el sol, el agua, o la biomasa vegetal o animal y que generan, además, un impacto ambiental mucho menor.

Según un informe de la Secretaría de Energía nacional, en 2021 el 13% de la demanda total de energía eléctrica fue abastecida a partir de fuentes renovables, y para el 2025 se espera que alcance el 20%. 

Para calefaccionar el hogar, existen al menos 5 formas alternativas que permiten reducir los costos -aunque la inversión inicial puede ser cara- y producir beneficios ecológicos, como las chimeneas y estufas de bioetanol, el sistema de generación distribuida, las estufas de pellets, los paneles eléctricos y las cortinas térmicas.

Chimeneas y estufas de bioetanol

El bioetanol es un combustible natural que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y finitos, y se obtiene principalmente a partir de la fermentación de materia orgánica, como pueden ser las plantas de caña de azúcar, los cereales o la remolacha, por ejemplo. 

Dado que comparte los mismos usos que los combustibles convencionales, que se queman para obtener energía motriz o eléctrica, las estufas o chimeneas de bioetanol cuentan con varias ventajas. 

Su instalación es muy sencilla, ya que no requiere de un extractor o tiro balanceado, y puede colocarse casi en cualquier sitio. Además, no larga humo, tóxicos ni olores molestos, lo que reduce la contaminación ambiental. Y calientan los ambientes con rapidez: en 40 minutos la chimenea aumenta la temperatura hasta generar un clima agradable en una habitación. 

Tampoco generan residuos, ya que no dejan polvo ni cenizas; son seguras, porque no provocan quemaduras y evitan el peligro de los incendios. Entre sus desventajas, se cuenta que son costosas: los precios de una estufa o chimenea de bioetanol no baja de los $110.000. Y cada bidón de 5 litros cuesta entre $2.000 y $ 5.000.

Estufas de pellets

Generar un calor agradable y natural en el hogar, sin gastar demasiada energía eléctrica o gas, es posible con esta novedosa alternativa, que además, posee cualidades positivas para el cuidado del medio ambiente.

Los pellets son una biomasa 100% renovable, compuesta por piezas cilíndricas y prensadas de madera natural y sin tratamientos, que además, en combustión, generan bajas emisiones de CO2. Se colocan en la estufa para realizar la combustión dentro de una cámara cerrada y emiten un calor radiante y placentero en el ambiente. Según los sitios web especializados en sustentabilidad, en Mercado Libre -por ejemplo- la bolsa de 14 Kgs de pellets se consigue a $1.000

Si se quiere instalar una estufa de pellets de 9KW, se deben desembolsar unos  $357.549,5 (U$S 2349). Estos equipos, pensados para ser colocados en viviendas unifamiliares, requieren una salida de humos cubierta, según indica el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios).

Otra característica es que, con mantenimiento adecuado, estos equipos son limpios y no manchan. También se destacan por ser un 90% eficientes en comparación con las Salamandras (75%) y las estufas a gas (60%). 

Estos equipos de calefacción requieren a su vez de un enchufe de al menos 220 V, y por seguridad, se recomienda que esté lejos de elementos inflamables o combustibles como cortinas o alfombras. Entre sus ventajas se encuentra que es una tecnología capaz de controlarse de forma electrónica y que puede programarse. Y lo que es mejor aún, regular el tipo de calefacción desde la distancia con un Smartphone.

Sistema de generación distribuida

Otra alternativa que suma adeptos es el sistema de generación distribuida, que implica el uso de equipos como paneles solares, pequeños aerogeneradores u otras tecnologías destinadas al autoconsumo. 

Este sistema permite, inyectar el excedente de energía a la red de distribución eléctrica y percibir una retribución en las tarifas, que se traduce en un ahorro en la factura. También, existe una contribución a la mitigación del cambio climático. En el país, hay al menos 788 usuarios-generadores de energía repartidos en distintas provincias. 

No obstante, acceder a este tipo de tecnología sigue siendo una posibilidad limitada a los sectores con mayores ingresos, dado que la sola instalación de los paneles y la red para abastecer una vivienda con un consumo promedio rondaría los U$S 6.000 o U$S 7.000, lo que se traduce, al valor de dólar oficial, a unos $756.180, sin contar las baterías especiales para almacenar la energía generada y prescindir de la red eléctrica.

Paneles eléctricos

Una de las "vedettes" de los últimos años son las placas o paneles eléctricos. Aunque requieren de electricidad, como su nombre lo indica, son aparatos a considerar por su particular funcionamiento, dado que permiten "templar" el ambiente de manera más económica que prender una estufa a gas. Asimismo, entre otras cosas, ahorran espacio, no generan ruido y no quieren ningún tipo de mantenimiento.

El precio por una placa ronda entre los $9.000 y los $16.000, según la marca que las produce. Pese a que la compra puede resultar incómoda para algunos bolsillos en un principio, estos paneles consumen 600 watts por hora (0,60 Wh) en comparación con un caloventor o calefactor por infrarrojos, que también funciona con electricidad y utiliza 2.000 watts por hora (2 kWh). Además, el valor en el que se encuentran estos últimos en el mercado varía entre los $3.000 y los $10.000, según la marca que los produce.

Cortinas térmicas

Las cortinas térmicas son un tipo de tecnología que permite controlar las corrientes de aire que entran por las ventanas, reducir la pérdida del calor en el invierno y reducir la ganancia solar en el verano. También son ideales para reducir la contaminación sonora del exterior, lo que significa un gran alivio para quienes viven cerca de una avenida o un centro comercial, por caso.

Estas cortinas se fabrican de a varias capas de materiales que proporcionan resistencia térmica, conocida como "valor R", y evitan la transmitancia -su capacidad aislante- o conductividad térmica, conocida como valor U. Se fabrican en tres capas, aunque las cortinas de dos y de cuatro, también están en el mercado. Así todo, su precio es elevado en comparación con otros recursos sustentables: en una de sus publicaciones en un sitio web de ventas, la marca Lacroix Deco aclara que el costo es de $1.000 por metro cuadrado y por capa.

¿Hasta cuándo seguirá el frío?

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) la ola de frío que tuvo a mal traer a gran parte del territorio nacional desde el lunes, está empezando a aflojar

En la Ciudad de Buenos Aires, la temperatura comenzó a ascender a partir de este jueves y se espera que esta tendencia se mantenga hasta el fin de semana, con marcas mínimas de entre 7 y 8 grados. También la temperatura máxima será un poco más alta que la actual: de entre 12 y 15 grados.