En el marco del 3J, este viernes las mujeres marcharon una vez más con la consigna: "¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos! El Estado es responsable", siete años después del primer grito de Ni Una Menos que se replicará en las principales ciudades del país. 

En este contexto, la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, consideró que se necesita "ampliar el alcance de las políticas contra las violencias de género en el país" y "promover que haya ministerios en las provincias con más presupuesto" y el compromiso de los gobiernos locales y los poderes del Estado "para avanzar en lo que nos falta".

Un informe de ONU Mujeres indicó que en 2021. el 73% de las mujeres en el mundo estuvo expuesta o experimentó violencia en línea y que el 90% de las víctimas de la distribución digital no consensuada de imágenes íntimas son mujeres.

En el mismo informe señalan que 1 cada 10 diez mujeres de 15 años en adelante fue víctima de alguna forma de violencia en línea y que el 28% de las mujeres que fueron objeto de violencia redujo deliberadamente su presencia en las redes. 

Qué es el acoso digital

La figura del "acoso digital" refiere al daño o la agresión de manera repetida utilizando alguna vía informática y/o tecnológica (correos electrónicos, mensajería instantánea, redes sociales y otras plataformas en línea), con el objetivo de provocar angustia emocional, preocupación y desestabilizar a la víctima que lo padece. 

El acoso digital puede consistir en el envío y difusión de insultos e injurias, el uso de términos despectivos e imágenes humillantes, así como de contenidos vejatorios y acoso telefónico. 

La persona que sufre este tipo de acoso puede perder la motivación para llevar a cabo las cosas que le gustan y sentirse aislada de las personas que quiere y en las que confía, lo que muchas veces la lleva a perpetuar sentimientos y pensamientos negativos que afectan su salud mental.

Las mujeres, blanco del acoso digital

A medida que más mujeres y niñas se volcaron a los espacios digitales, la ciberviolencia de género aumentó, poniendo en evidencia que las desigualdades estructurales de género que atraviesan todas las sociedades también se reproducen en el ciberespacio.

Desde la Fundación Activismo Feminista Digital sostuvieron que las vivencias de hombres y mujeres no son las mismas en el plano analógico, y tampoco lo son en el digital. En este contexto, señalaron que “el mundo virtual se presenta como un espacio propicio, accesible y, fundamentalmente, poco regulado, por lo que hace fácil y accesible el hostigamiento”.

Las mujeres son las destinatarias preferidas de los agresores también en este campo, reproduciéndose en el plano digital el esquema de desigualdad y ejercicio de poder propio de una sociedad machista. La mal llamada pornovenganza es solo una nueva vertiente de la violencia de género. Varios casos han salido a la luz en los que todas las víctimas de pornovenganza son mujeres, y donde la sociedad en su totalidad se encargó de procurar que su vida se vea devastada luego de la viralización de esas fotos o videos”, explicaron en la ONG.

Un relevamiento publicado por Amnistía Internacional Argentina destacó que 1 de cada 3 mujeres experimentó una situación de violencia en las redes sociales.

De las usuarias de plataformas digitales que sufrieron este tipo de agresiones, el 59 % fue objeto de mensajes sexuales y misóginos, mientras que el 34 % recibió mensajes con lenguaje o comentarios abusivos, en general. En tanto, el 26 % de las mujeres víctimas de violencia o abuso en las redes sociales recibió amenazas directas y/o indirectas de violencia psicológica o sexual.

Qué es el ciberacoso sexual

Este tipo de hostigamiento se relaciona con contenidos explícitos de índole sexual que incluyen, entre otras, el envío de correos electrónicos, mensajería instantánea, o bien el uso de redes sociales y otras plataformas en línea para acosar con envío reiterado de mensajes o contenidos sexuales a través de estos medios.

También puede consistir en la solicitud de prácticas sexuales no deseadas, vomo la exigencia de envíos de videos o fotografías con contenido sexual y/o íntimos, ya sea explícito o no y, en muchas ocasiones, las amenazas de revelación de dichos contenidos. 

Qué puede hacer la mujer que sufre acoso digital

Lo primero que debe hacer una mujer que está siendo hostigada y acosada en los medios digitales, es denunciar la situación a través de  medios habilitados:

• LÍNEA 144 (las 24hs, todos los días).

Por Whatsapp: (+54) 1127116463 / 1127759047 / 1127759048. 

Por e-mail:[email protected]

Denuncias de violencia simbólica y mediática: www.argenna.gob.ar/denunciarviolencia-simbolica-y-mediatica

Denuncias de Delitos Informáticos: www.argenna.gob.ar/denunciar-undelito-informatico

Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (UFEDyCI). www.fiscalias.gob.ar/en-linea o https://www.fiscalias.gob.ar

Si el acoso es mediante una plataforma social (Facebook, Tik Tok, Twitter, Instagram) se puede bloquear al acosador e informar sobre su comportamiento en la propia plataforma. Las empresas de redes sociales tienen la obligación de brindar un apartado especial para estas denuncias.

Es conveniente reunir pruebas –mensajes de texto y capturas de pantalla de las publicaciones en las redes sociales– para mostrar lo que está ocurriendo. Para que el acoso se detenga, no solo hay que detectarlo. Es fundamental denunciarlo.