El ejército de los zombies

Los Angeles es una ciudad que expone brutalmente las fisuras del sueño americano. Corazón del entretenimiento, con su rico Convention Center y sus rascacielos espejados que se elevan apiñados en el Downtown, es todo un símbolo de concentración del consumo. Por estas mismas calles en las que circulan automóviles de todos los modelos, formas y tamaños, deambula noche y día una enorme cantidad de homeless y adictos, consumiendo opioides en las calles, a la vista de todos, armando sus "ranchos" con carritos de supermercados, pequeñas carpas, cartones. 

Se los ve a veces pidiendo plata, muchas otras en plena alucinación, pero sobre todo simplemente circulando por las calles, como un ejército de zombis que, a lo sumo, la gente esquiva, pero que tiene totalmente naturalizado. No hay escenas de desbordes, no lucen "peligrosos", marchan todos silenciosos, casi siempre solos. La policía --hay muchísima policía en esta ciudad-- ve y deja hacer. 

Con una alarmante crisis de viviendas y precios de alquileres por las nubes, otra imagen común está en los hoteles que por las noches rentan sus estacionamientos a personas que viven en autos y camionetas. El contraste impresiona y fue uno de los temas comentados a lo largo de los tres días de estadía de la comitiva en Los Angeles. 

Pañuelos verdes en Los Angeles

Las manifestaciones frente a la Cumbre, por Figueroa Street, son diversas y acotadas en su dimensión, adoptan formas muy diferentes a las locales. Hay una, sin embargo, con un elemento conocido: el pañuelo verde. La organización Rise Up 4 Abortion Rights lo toma como símbolo y un grupo de mujeres viene hasta aquí a hacer oír su reclamo: "Overturn Roe? Hell no!" ("¿Anular (el caso) Roe? ¡Diablos, no!). 

"Admiramos a las mujeres de Sudamérica porque han sentado ejemplo en todo el mundo, han sido capaces de luchar por el aborto, por eso tomamos el pañuelo verde como símbolo", dicen, en momentos en que en Estados Unidos hay riesgo de que la Corte Suprema interrumpa el derecho al aborto. 

Marilyn Monroe con Alberto Fernández

El movimiento cívico y social Aavaz hizo una particular intervención. Un grupo de drag queens, vestidas como Marilyn Monroe y Evita, hicieron una intervención para reclamarle a Biden que apoye la postura argentina de "injusticia ambiental", que plantea que América latina es "acreedora ambiental", y a pedir que los jefes de Estado adopten medidas más activas contra el calentamiento global. 

Cantaron una "versión ambiental" de "Happy birthday Mr. President", una de ellas hizo una intervención especial sobre la deuda argentina, y llevaron una imagen tamaño real de Alberto Fernández.