"Los pilotos de Aerolíneas Argentinas volamos durante dos años con pilotos filipinos. ¿Por qué? Porque en ese momento Aerolíneas Argentinas no tenía pilotos habilitados para los Airbus 340 que compró la compañía de bandera. Por lo tanto, tenés que volar con un piloto de seguridad, en aquel caso eran filipinos, hasta terminar de completar el millaje necesario y estar habilitado. De manera que no tiene nada de raro que pilotos iraníes y personal iraní estén volando con los venezolanos. Son instructores, pilotos de seguridad, hasta que los venezolanos estén matriculados para los Airbus-300”. La explicación la da un experimentadísimo piloto de Aerolíneas Argentinas en referencia a las insólitas explicaciones de los dirigentes de la oposición que presumen un complot peronista-iraní-venezolano en la presencia de los 19 tripulantes en el Jumbo 747 que está en Ezeiza.

La asistencia técnica figura, además, en el contrato de compra del avión, entre Lance Tech y el Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios S.A. (Conviasa), con traducción de Mercedes Alonso de Liscano, conseguida por la periodista Sofía Caram. Como el título lo señala, se trató de un Contrato de Compraventa y de Servicios de Soporte Técnico. El texto fue firmado el 14 de julio de 2021 bajo las leyes de los Emiratos Arabes Unidos. El vendedor del avión, Lance Tech General Trading, con la firma de Haroon Shatoor y el comprador Conviaza, con rúbrica de Ramón Velázquez Aralayan.

“Es una estupidez, es algo de ignorante, decir que el piloto se capacita sólo en el simulador -señaló el piloto argentino a este diario-. Una cosa es un simulador y otra cosa es el avión en vuelo, con carga. O sea, manejarse con la realidad. De manera que lo que sucede es que un país, en este caso Venezuela y en su momento Argentina, tienen que tener los pilotos matriculados para ese modelo de avión, con la cantidad de millas requeridas por la regulación de cada país. Nosotros no teníamos pilotos para Airbus 340 porque no había Airbus 340 en la Argentina y entones recurrimos a los pilotos filipinos. Pero ya tuvimos otros casos, con pilotos norteamericanos y españoles que actuaron como instructores, pilotos de seguridad, para que los argentinos completen los millajes necesarios”. El experimentado comandante argentino agrega que las normas las pone la OACI, la Organización de Aviación Civil Internacional, que depende de las Naciones Unidas. Por lo general, pilotos de uno y otro país se van turnando en el comando del avión, pero la idea es que los mandos estén a cargo del piloto del país que compró el avión (en este caso un piloto venezolano), que además ejerce como comandante, y el otro piloto juega un papel parecido al de un profesor de una autoescuela, puede tomar el mando en caso de necesidad.

También pilotos de vuelos cargueros ya le habían explicado a Página/12 que de ninguna manera es inhabitual una tripulación de 19 integrantes. Eso sucede con empresas chicas. Las grandes tienen tripulaciones de recambio en muchos lugares del mundo. Las empresas chicas llegan hoy a Buenos Aires, pero les puede salir una oportunidad para volar a Africa o Europa de inmediato, a pedido de distintas industrias que necesitan partes, y entonces ya cuentan con las tripulaciones de recambio. Es casi como un barco mercante.

Los argumentos de la oposición llaman la atención. No sólo porque cuestionan cualquier medida oficial, sino porque ni siquiera recurren a un mínimo asesoramiento que les ahorre utilizar fundamentos técnicamente incorrectos.