La economía de China continúa afectada por las sucesivas medidas de confinamientos en ciudades como Beijing y Shanghai, en el marco de una estricta política “cero-covid” del gobierno de Xi Jinping. En mayo las ventas minoristas cayeron 6,7 por ciento anual, marcando el tercer mes consecutivo de contracción, mientras que la producción  industrial -tras un descenso de 2,9 en abril- subió un leve 0,7 por ciento, al igual que el desempleo que bajó a 5,9. Algunas fábricas volvieron a retomar la producción, pero la continuidad de los controles provocó que el consumo local siga afectado.