El lateral de Lanús, José Luis Gómez, fue una de las sorpresas en la primera convocatoria de Jorge Sampaoli como DT de la Selección. Nacido hace 24 años en la Banda, pasó por Racing y San Martín de San Juan antes de destacar en el equipo granate. Hoy jugó 52 minutos contra Brasil. Detrás de una carrera que lo llevó a codearse con Messi, hay una historia de vida, que salió a la luz en las redes sociales.

A través de Facebook, Pablo Móbili recordó que “hace 4 años laburaba en el Ministerio de Trabajo de la Nación, en el Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo. Mi laburo consistía en ser tutor de distintos grupos de pibes y pibas que estaban sin laburo y, por distintos motivos, no habían podido finalizar el secundario o el primario incluso”. Un trabajo que implicaba “conocer las vidas e historias, muchas veces muy duras, de cientos de jóvenes e intentar darles una mano, desde el Estado, para que puedan terminar los estudios e insertarse en el mundo del trabajo”.

Uno de esos chicos fue Gómez, “un santiagueño que se había venido a Buenos Aires con lo puesto para cumplir su sueño (el de casi todos nosotros) de ser jugador de fútbol. Un pibe humilde, buen compañero y sumamente solidario con sus vecinos de La Lechería, barrio popular del sur de la Ciudad de Buenos Aires en donde había venido a parar desde el norte de nuestro país”, tal como lo recordó Móbili.

El posteo, que incluye una foto de Gómez abrazado a Messi, destaca que ambos juegan “representando a su Patria, al subsuelo de nuestra Patria”. Consideró que llegó “gracias su esfuerzo y al esfuerzo de compañeros valiosísimos que lo ayudaron desde pibe”, para rematar así: “Tremendo orgullo”.