Un grupo de arqueólogos halló una serie de templos romanos de 2000 años atrás que, al parecer, no fueron afectados por el paso del tiempo. Al momento de su hallazgo, en el este de Países Bajos, los santuarios no mostraban signos de haber sufrido deterioro.

La Oficina para el Patrimonio Cultural neerlandesa precisó que “nunca antes se había encontrado un conjunto arqueológico tan completo en los Países Bajos, con edificios de templos, altares de consagración y huecos con los restos de las víctimas”, reprodujo DPA.

Las ruinas fueron encontradas cerca de Nijmegen, ciudad fundada por los romanos hace más de 2000 años a orillas del río Waal, que limita con Emmerich, la frontera con Alemania, donde antiguamente se extendía el Limes, el límite situado al norte del Imperio Romano, y que actualmente está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Durante los trabajos de excavación se encontraron varios altares de sacrificio de piedra, estatuas de dioses y paredes pintadas. Por esto, los investigadores indicaron que soldados romanos que pasaron por el sitio entre los siglos I y IV, rendían culto a los dioses del Imperio, específicamente a Hércules, Júpiter y Mercurio.

Varios de los elementos descubiertos serán exhibidos en el Museo Het Valkhof, en Nijmegen, a partir del sábado.