La tasa de desocupación se ubicó en el primer trimestre de 2022 en el 7 por ciento, según el Indec. La cifra implica una reducción del desempleo de 3,2 puntos porcentuales respecto del mismo trimestre del año pasado, cuando se había ubicado en el 10,2 por ciento. Estos datos del mercado de trabajo van en línea con la recuperación de la actividad económica y el mercado interno. El salto de precios de los últimos meses, no obstante, sigue siendo uno de los principales desafíos para recomponer el poder de compra de los sectores asalariados.

El centro de estadísticas oficial publicó un detalle con los principales datos sobre la situación laboral en los grandes aglomerados urbanos. De un total de 29,1 millones de personas que residen en estas localidades, el 46,5 por ciento (es decir, 13,5 millones de individuos) forman parte de la población económicamente activa. Esto último implica que tienen trabajo o pretenden tenerlo.

Considerando puntualmente esta población activa, unos 12,6 millones de personas cuentan con empleo y 943 mil individuos se encuentran desocupados. Otros 3,3 millones entran en la categoría de no asalariados al trabajar por cuenta propia, ser patrón o trabajador familiar sin remuneración.

Estas estimaciones permiten hacer el cálculo de la tasa de desempleo. El conjunto de las 943 mil personas sin trabajo sobre los 13,5 millones de personas económicamente activas arroja una desocupación del 7 por ciento. Se trata de una tasa que a principio de 2021 era de dos dígitos, que en el segundo trimestre de ese año bajó a 9,6 por ciento, en el tercer trimestre a 8,6 y en el cuarto trimestre al 7,0, o sea una cifra idéntica a la del primer trimestre de 2022.

Rebote del PIB

El rebote del mercado interno, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 10,4 por ciento en 2021 y que este año avanza a ritmos cercanos al 6, es uno de los principales elementos para poder explicar la caída en los niveles de desocupación. Este indicador sociolaboral se ubica en los niveles más bajos en seis años superando las tensiones registradas en la pandemia.

La expansión de la industria manufacturera, el comercio, la construcción y las obras de infraestructura, entre otros rubros de la actividad, colaboraron para recuperar puestos de trabajo en el sector formal e informal de la economía. Puesto en números duros, en el primer trimestre de 2021 había 1,3 millones de personas sin empleo en los principales aglomerados urbanos, mientras que en igual período de este año la cifra fue de 943 mil personas.

En el Ministerio de Economía destacaron que los niveles de desocupación se redujeron al mismo tiempo que se incrementó la tasa de empleo, la cual alcanzó un pico del 43,3 por ciento. Esta cifra se estima a partir del cociente entre la cantidad de ocupados sobre el total de la población. La cifra viene subiendo trimestre a trimestre desde principio de 2021. A comienzo de ese año había alrededor de 12 millones de ocupados, mientras que al inicio de 2022 la cifra se eleva hasta los 12,6 millones de personas.

Informalidad e ingresos

Los datos del informe del Indec muestran que unos 5,9 millones de personas trabajan en blanco (con aportes jubilatorios), mientras que 3,3 millones de individuos se encuentran en condiciones de informalidad (sin aportes previsionales). 

Cuando se revisan las tendencias del último año, la tasa de informalidad laboral representó al 35,6 por ciento de los asalariados en el primer trimestre de 2022, una cifra que era de 32,4 por ciento en igual período del año pasado. En ese momento la pandemia todavía tenía impacto sobre el mercado interno, con restricciones que todavía alcanzaban a algunos segmentos de actividad.  

Desde el Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (Ocepp) plantearon sobre los datos del mercado laboral que “actualmente el problema central no está en la falta de trabajo sino en el nivel de ingreso de los asalariados”. El punto que se plantea en distintos análisis laborales es que el salto de la inflación genera un desafío para recomponer la capacidad de compra de los salarios y golpea en mayor medida a los segmentos informales y vulnerables.

En este punto también puede observar que las tasas de desempleo o empleo precario no son iguales por rangos etarios o entre mujeres y varones, según las categorías que se presentan en el informe del Indec. Por ejemplo el desempleo entre los varones es del 5,9 por ciento, en tanto que entre las mujeres se ubica en el 8,3 por ciento. A su vez, las mujeres jóvenes con edades que van de 14 a 29 años presentan las tasas más altas de desempleo, alcanzando el 16,8 por ciento.