Las y los estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires lograron en una toma pacífica del establecimiento realizada desde el miércoles por la noche, ser escuchados y que las autoridades acepten sus pedidos. La consigna “Fuera violentos de nuestro colegio” motivó la medida, que se mantendrá hasta la asamblea convocada para el viernes al mediodía.

Exigían y lograron el desplazamiento de dos integrantes de ese staff: un docente, jefe de uno de los departamentos y exvice rector de la institución, denunciado por un alumno por "mirar pornografía infantil" y amenazar luego a ese estudiante con "molerlo a golpes" detalló la presidenta del Centro de Estudiantes del CNBA, Victoria Liascovich. Chicas y chicos también exigían la remoción de un no docente que trabajaba en el campo de deportes y que estaba "condenado a tres años de prisión en suspenso por abusar sexualmente de una menor de edad conviviente con él".

Este jueves, luego de una asamblea iniciada a las 16 horas, el Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires (CENBA) decidió mantener la toma y realizar otra asamblea este viernes al mediodía para tratar el levantamiento de la medida, dado el resultado positivo de la conversación con las autoridades, entre ellas la rectora Valeria Bergman, quien había definido como "sorpresiva e infundada” la toma. 

El viernes a las 14 horas, además, les alumnes marcharán al Consejo Superior donde la Asamblea Universitaria elegirá al nuevo rector de la UBA.

Las tres demandas de les chiques

A través de un acta acuerdo, las autoridades del colegio se comprometieron a intervenir a favor de las demandas planteadas. “El colegio nos dijo que al no docente acusado de abuso sexual se le va a abrir un sumario para sacarlo del cargo” explicó a Página/12 Malena Reynoso Fischer, representante de 5to año en el CENBA. “La resolución la tiene firmar el Consejo Superior, pero él ya no esta en el cargo”, indicó la joven, quien integra el Consejo de Escuela Resolutivo (CER). Camila Goland, también de 5to año y vocal del CENBA, afirmó que al docente ya acusado en 2018 por egresadas de esa promoción “le van a sacar el trato con alumnos”. “Va a tener solo tareas pasivas porque ya presentó los trámites para su jubilación” explica Malena. “Pero nos prometieron que solo iba a pisar el colegio para firmar su retiro, porque las tareas pasivas las puede hacer desde su casa” añade la joven.

La tercera demanda también fue aceptada: que se den capacitaciones en Ley Micaela para docentes, no docentes y personal administrativo. “Se van a dar en lo que queda del ciclo lectivo --destaca Camila-- y que no van a poder seguir en el colegio aquellos que no la hayan tomado”. “Es un gran logro estudiantil”, acota Malena. El derecho estudiantil a sentir protección en los ámbitos educativos, con los docentes y autoridades de los colegios, una vez más fue la bandera de una toma pacífica en este secundario. Y “fue efectiva, porque se pudo lograr que nos dieran la atención --afirma Malena-- y se consiguió lo que pedíamos”. Sin embargo, y “por las dudas”, el jueves se mantuvo la toma pacífica: “solo en la planta baja durante la noche, para poder controlar y tener vista de todas las personas, que nadie se lastime y no se rompa el colegio, porque es el lugar donde estudiamos”, subraya.

Alrededor de 250 estudiantes se habían mantenido en el lugar durante la noche del miércoles bajo la consigna “Fuera violentos y abusadores del CNBA”. La medida fue revisada en la mesa de diálogo con las autoridades. Les estudiantes reclamaban “la firma de un acta, por parte del no docente, donde se comprometiera a no ingresar al colegio ni al campo de deportes. La remoción del docente de todo cargo en el colegio. Y la aplicación de la formación y evaluación docente, constante, en materia de género”.

La decisión de la toma se definió cuando el CENBA tomó conocimiento del caso del no docente, quien trabaja como personal de limpieza en el campo de deportes y que en 2018 fue condenado a tres años de prisión en suspenso por haber abusado sexualmente de chica una menor de edad. Si bien en las asambleas, que ya estaban previstas, se iban a discutir las reformas edilicias –que sí se están realizando, aseguran los estudiantes--, se resolvió la toma por lo que chicas y chicos consideraron falta de respuesta de las autoridades en relación a estos casos.

El profesor por cuya presencia les estudiantes reclamaron “había sido escrachado por las egresadas y sumariado por amenazar a un estudiante”, cuenta otra alumna de 5to año. Consigna entre sus antecedentes haber sido vicerrector del turno mañana (2011-2016). Y hasta este jueves era jefe del departamento de Educación Física del CNBA, “pero es jefe de ese departamento desde 2007, a pesar de que un cargo de jefe no puede ser sostenido más de dos mandatos consecutivos” afirma otro integrante del CENBA.

Luego de tres años de iniciar los reclamos por la expulsión de los docentes y no docentes violentos, esta semana se retomó la modalidad de la toma estudiantil bajo la consigna “Fuera violentos de nuestro colegio”. Agotados los canales de diálogo --señalaron en la comunicación en redes sociales--, tras innumerables reuniones con la gestión a cargo de la rectora Valeria Bergman, la situación de ambos se mantenía sin cambios.