La política económica del gobierno nacional (de Mauricio Macri) engendraba en sí misma una transferencia de recursos a favor de los grandes grupos de poder. El programa de ajuste se extendió a todos los sectores. La receta fue parte de un plan orientado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además de los de energía y gas, se proyectaron fuertes incrementos en los servicios de agua y cloaca, combustible, transporte público, prepagas, peajes y telefonía, entre otros.

Juan José Aranguren estuvo a cargo del Ministerio de Energía y Minería de la Nación. Durante más de diez años había sido presidente de la empresa Shell, acérrima adversaria del gobierno kirchnerista. El flamante funcionario se rodeó de hombres provenientes de las grandes empresas energéticas. Durante los últimos días de enero de 2016 el ministro anunció el nuevo cuadro tarifario. Este incremento rigió para todo el territorio nacional. Para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano bonaerense se estimó una suba del 500% a residenciales y del 750% a industrias y comercios (…).

Esta decisión cayó duro sobre la economía familiar de los argentinos y también afectaron a las organizaciones libres del pueblo. Las cooperativas, los centros culturales, los centros de jubilados, las sociedades de fomento, las bibliotecas, las radios comunitarias, las asociaciones civiles y los clubes de barrio sufrieron tarifas descomunales.

En el populoso barrio platense de Altos de San Lorenzo, por ejemplo, le sacaron el medidor de gas a Chacarita Platense por no pagar el suministro. También tuvo dificultades con la boleta de agua, que pasó de $1.200 a $4.600. Defensores de Banfield sufrió un salvaje aumento en los tres servicios: en el caso del gas, la boleta se multiplicó por doce, de $2.000 a $25.000; valores similares se registraron con la luz y el agua. Los clubes de Berazategui vivieron una situación parecida: servicios que pasaron de $ 5.000 a $ 30.000. Estrella Juniors de Lomas pagó $10.000 por la luz, cuando hasta 2015 abonaba bimestralmente $3.000. El Club Atlético Monte Grande tuvo dificultades con la luz y el gas; en el primer caso pasó de pagar $4.000 a $21.000; el gas le saltó de $650 a $6.000. La situación se multiplicó por cientos de instituciones (...).

La Unión de Clubes de Barrio tomó el problema en sus manos y respondió con una serie de iniciativas. La cúpula trabajó en todos los terrenos posibles. En la era del gobierno de Cambiemos el problema de las tarifas en los servicios se transformó en un tema central.

Congreso Nacional de Clubes

El 24 de mayo de 2016 se convocó a un plenario para decidir un plan de lucha con los clubes de todo el país. La Unión tenía reconocimiento a nivel nacional; los contactos con los directivos de otras provincias se realizaron de boca en boca. En algunos distritos provinciales ya se trabajaba en la formación de filiales de la UCB.

La convocatoria, denominada Tercer Congreso Nacional de Clubes de Barrio, se realizó en el Hotel Bauen, recuperado por sus trabajadores en forma de cooperativa. Participaron doce delegaciones que representaban a más de seis mil clubes. El punto central del encuentro fue el pedido de implementación de la Ley 27.098, votada en diciembre de 2014 y que significaba la solución al problema principal.

Se convocó a una movilización a Plaza de Mayo. Para aquella jornada se dispuso un cese de actividades en todas las instituciones para asegurar la asistencia. Al igual que en 2014, los clubes se volcaron a las calles; esta vez, merced al feroz tarifazo aplicado por las empresas de servicios. La convocatoria fue recibida con preocupación por el gobierno nacional. Tomando nota de ello generaron un hecho para comunicar una “buena noticia”. Un día antes de la movilización de los clubes a Plaza de Mayo, el 6 de junio de 2016, se organizó un acto en el Club Juventud Unida de Lavallol. En dichas instalaciones se filmaron muchas escenas de la película Luna de Avellaneda, de Juan José Campanella.

La caravana a Plaza de Mayo

La Unión de Clubes de Barrio generó, a lo largo de su corta historia, hechos de dimensiones históricas. Esta organización libre del pueblo, creada genuinamente por sus dirigentes, sintetizó las expresiones legítimas del colectivo.

Los tarifazos fueron la manifestación de una política expoliadora hacia el pueblo argentino. Trabajadores, profesionales, empresarios, estudiantes, jubilados; todos ellos formaban parte de una sociedad económicamente deteriorada. A pesar del silencio cómplice de los medios, la medida impactó en la totalidad.

Los clubes de barrio y de pueblo tomaron la iniciativa; en el atardecer del 7 de junio de 2016 centenares de ellos ganaron las calles de la Ciudad de Buenos Aires. El epicentro fue la concentración en Plaza de Mayo; sin embargo, las columnas que llegaban desde distintos lugares despertaron el asombro y la emoción de propios y extraños.

La historia se repitió. Una vez más, la gesta de los clubes se visibilizó. Como sucedió en Arsenal en 2011. Como ocurrió en Congreso en noviembre de 2014. Esta vez, sucedió en el lugar en donde el pueblo argentino se convoca para los acontecimientos más importantes de la historia argentina.

Al anochecer de aquella jornada, una caravana interminable de vehículos marchaba a un paso poco presuroso. Se trataba de automóviles con afiches de la UCB: el colorido fue proporcionado por un sinfín de banderas, banderines, camisetas, carteles, pancartas. Los integrantes de innumerable cantidad de clubes caminaban codo a codo. “Miles de chicos, socios, representantes de clubes de Buenos Aires y del interior y deportistas de todos los rincones del país realizaron la ‘Caravana a Plaza de Mayo’ que culminó con un acto en la histórica plaza”, escribió la revista La Unión de diciembre de 2016.

El pueblo mismo se dio cita en la histórica plaza con un reclamo legítimo. Los clubes, organizados en torno de la Unión, fueron los primeros en salir a la calle para protestar ante los virulentos tarifazos.

Dirigentes y organizaciones políticas acompañaron la iniciativa. Se trató de la primera muestra del descontento social en la era Macri.

* Capítulo del libro Unión Nacional de Clubes de Barrio.