Las violaciones de los derechos de los trabajadores alcanzaron un nivel "récord" en el mundo entre abril de 2021 y marzo de 2022, alertó la Confederación Sindical Internacional (CSI).

El "Índice Global de los Derechos", el informe confeccionado por la CSI, señaló que en 50 de los 148 países cubiertos se registraron casos de trabajadores que fueron sometidos a violencia física.

Sindicalistas fueron asesinados en 13 países, entre ellos Colombia, Ecuador, Guatemala, Italia, India y Sudáfrica. Además, se registraron arrestos y detenciones arbitrarias de trabajadores en 69 países.

Los diez peores países para los trabajadores en 2022 son Bangladesh, Bielorrusia, Birmania, Brasil, Colombia, Egipto, Esuatini, Filipinas, Guatemala y Turquía, según el informe.

En el continente americano, muchos países, incluido Argentina, fueron escenario de ataques violentos contra sindicalistas y trabajadores, se advirtió.

La peor región del mundo para los trabajadores es Oriente Medio y Norte de África, que sufre desde "violaciones sistemáticas de los derechos a derechos no garantizados". El continente americano, por su parte, es el segundo mejor sobre cinco, detrás de Europa.

Colombia, el país más mortífero

Colombia sigue siendo el país más mortífero para trabajadores y sindicalistas, con 13 asesinatos en 2021-2022.

Se registraron además seis intentos de asesinato y 99 amenazas de muerte, y ocho sindicalistas fueron detenidos de forma arbitraria.

"La mayor parte de los crímenes siguen sin resolver, ya que el gobierno no ha llegado a investigar los casos. Al no otorgarles la protección adecuada, las vidas de los sindicalistas y sus familias continúan permanentemente amenazadas", precisaron desde la CSI.

De Coca-Cola a Amazon 

El informe muestra "cómo esta inestabilidad es explotada tanto por gobiernos como por empleadores que atacan los derechos de los trabajadores".

Entre las empresas, la CSI menciona a los gigantes Coca-Cola en Hong Kong y Uruguay, H&M en Nueva Zelanda, Amazon en Polonia, Nestlé en Brasil y Hyundai en Corea del Sur.

La CSI reprocha a esas compañías haber violado los derechos de los trabajadores, estar "vinculadas" a esos abusos o no haber utilizado su "influencia" para combatirlos.