La Convención Constitucional chilena entregó este lunes, en su ceremonia de clausura, la propuesta de nueva Constitución al presidente Gabriel Boric, quien firmó el decreto para someterla a plebiscito en septiembre y que la ciudadanía decida si deja sin efecto la Carta Magna impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). "Será nuevamente el pueblo quien tendrá la última palabra sobre su destino", remarcó el mandatario al recibir un ejemplar del texto que declara a Chile un Estado social de derecho y consta de 178 páginas, 388 artículos y 54 normas transitorias. Crear un sistema universal de salud, fortalecer la educación pública, proteger el medio ambiente y engrosar los derechos de los pueblos indígenas son algunos de los temas principales de la propuesta.

"Optamos por más democracia"

"Ha tenido que pasar mucho, muchos sacrificios de vidas para poder discutir una Constitución que nazca de un debate democrático", dijo Boric en el antiguo edificio del Congreso en Santiago, luego de recibir el texto redactado durante un año por los 154 miembros de la Convención Constitucional, que quedó disuelta tras el acto.

El inédito proceso constitucional, democrático, paritario y con la participación de los pueblos originarios, fue resultado de un acuerdo entre los partidos políticos tras las históricas y masivas manifestaciones iniciadas en octubre de 2019 para denunciar la desigualdad enraizada en la actual Constitución de 1980 y exigir un nuevo modelo de Estado que garantizase la salud pública, la educación universal de calidad y una mejora de las pensiones.

"Tenemos que sentirnos orgullosos que en el momento de crisis más profunda que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos", dijo Boric, un joven mandatario de izquierda que asumió en marzo pasado y que era diputado en el momento del estallido social de 2019. El 25 de octubre de 2020, mediante un plebiscito nacional, se aprobó por casi el 80 por ciento la propuesta de redactar una nueva Constitución y unos meses después, en mayo de 2021, se eligieron los convencionales. La Convención se instaló el cuatro de julio.

Debate entre "fake news"

"Los invito a que debatamos intensamente sobre los alcances del texto, mas no sobre falsedades, distorsiones o interpretaciones catastrofistas ajenas a la realidad", dijo el presidente Boric. Aunque la campaña oficial por las opciones "Rechazo" y "Apruebo" empieza el seis de julio, en redes sociales e incluso en las calles de las ciudades del país ya se desplegaron afiches que coinciden en prometer esperanza o asegurar la "autodestrucción" del país, en nombre de la eventual victoria de cualquiera alternativa. 

La histórica jornada empezó con una ceremonia mapuche en el cerro Santa Lucía del centro de Santiago, que luego acompañaron con bombos y trajes típicos a algunos de los 17 convencionales de pueblos originarios que participaron en la redacción de la nueva Carta Magna. En las afueras de la ceremonia defensores del cambio constitucional alzaron banderas chilenas y mapuches, al son de "El derecho de vivir en paz" de Victor Jara (asesinado tras el golpe militar de 1973), alternado con "Bella Ciao", himno de la resistencia italiana durante el régimen Benito Mussolini (1922-1945).

El acto principal inició con el ingreso a la sala principal del exCongreso Nacional, sede de la constituyente, de la presidenta de la Convención Constitucional, María Luisa Quinteros, y el vicepresidente, Gaspar Domínguez, con la propuesta de nueva Constitución en sus manos, mientras los convencionales e invitados aplaudían. Quinteros, al inicio de la ceremonia, saludó en todas las lenguas de pueblos originarios presentes y dio inicio a la sesión, que empezó con la entonación del himno nacional chileno por un coro de niños y jóvenes.

Primera Constitución paritaria del mundo

La presidenta de la constituyente dijo que "fue un año de intenso y riguroso trabajo, desarrollado por un órgano elegido democráticamente, por primera vez paritario, con una representación y diversidad poco antes vista en nuestra historia". Y recordó que esta Convención termina con la redacción de "la primera Constitución paritaria del mundo", qué además fue redactada por un órgano que fue presidido por dos mujeres.

La presidenta y el vicepresidente de la Convención firmaron las diez copias de la propuesta de nueva Constitución, que serán entregadas al Senado, Cámara de Diputados, Corte Suprema, Tribunal Constitucional, Contralor General de la República, dos copias a la Biblioteca Nacional, dos copias al Archivo Nacional y al presidente Boric. Después de la firma, el presidente Boric con la banda presidencial ingresó a la Sala entre aplausos para recibir una de las copias de la propuesta de nueva Constitución.

Con o sin Pinochet

Gran parte de los convencionales de derecha (que fueron minoría) calificaron el proceso constitucional de "fracaso" y "oportunidad perdida" y harán campaña por el rechazo a cambiar la Constitución de 1980, escrita por un puñado de hombres a puerta cerrada durante la dictadura pinochetista. La redacción del nuevo texto fue la salida política que encontró Chile para apaciguar las violentas protestas que estallaron el 18 de octubre de 2019 en reclamo de mayor justicia social en un país muy desigual.

En un acuerdo entre el gobierno derechista de Sebastián Piñera y la mayoría de los partidos políticos, a excepción del Partido Comunista, se convocó a un primer referéndum en octubre 2020 para redactar o no una Constitución y luego en 2021 eligió a sus integrantes para redactarla. "Votar Rechazo es lo mismo que votar por Augusto Pinochet", dicen mensajes en Twitter que reflejan una opinión bastante generalizada entre sectores de izquierda. 

Tras más de 40 años de un modelo económico ultraliberal, en 2019 hubo apoyo transversal a buscar un modelo que garantizara un Estado de bienestar que fijó normas para los pueblos indígenas, minorías y temas medioambientales. El reconocimiento en el texto de la existencia de varios pueblos dentro de la nación chilena, que otorga cierta autonomía a las instituciones indígenas, particularmente en materia de justicia, dejó al descubierto una fractura histórica.