Qué dos puntos se le escaparon a Newell's este lunes por la noche. Ante un Coloso Marcelo Bielsa repleto y la posibilidad de quedar como único líder de la Liga Profesional, el equipo de Javier Sanguinetti empató 2 a 2 contra Patronato y retornó a la primera posición del torneo al término de la sexta fecha, pero junto a Gimnasia La Plata, ambos con 14 unidades.


La sensación de goleada sobrevoló durante casi todo el encuentro en Rosario. Es que fue mucha la superioridad rojinegra, materializada desde temprano con un cabezazo del paraguayo Velázquez. Quizá por esto no se tornaron dramáticas las numerosas ocasiones desperdiciadas por los locales, que recién creyeron asegurar el resultado al final de la primera parte gracias un gol de Sordo (cuarto festejo del campeonato) originado en un gran quite en el medio de Julián Fernández, de muy buen partido.

Cierto es que Patronato está hundido en el último puesto de los promedios y no se presentaba como un rival complicado, sobre todo por lo realizado en la primera parte. Pero no menos verdadero es que venía de ganarle sobradamente a Independiente en Paraná. Y algo de esa rebeldía mostró el conjunto de Facundo Sava en la segunda parte, cuando fue a la carga y hasta consiguió el descuento, a través del volante Sebastián Medina.

Envalentonado por el 1-2 y casi que empujado por los continuos yerros rosarinos dentro del área de Altamirano, Sava se la jugó en los minutos finales para encontrar el empate y mandó al veterano Carlos Quintana, central por naturaleza, de número nueve. Un poco por su 1,91 metro y virtud cabeceadora, y otro tanto por mística, esa que hace que en el fútbol pueda pasar lo imposible.

Con Quintana de nueve, toda acción de mínimo peligro tenía la apariencia de que podía terminar en gol. Y aunque el defensor/delantero no fue el héroe de la jornada, con él arriba Patronato encontró el 2 a 2 gracias a un gol de Raúl Lozano, a los 94 minutos. Pero más que mística entrerriana fue inocencia rosarina, ya que el lateral derecho "Hulk" Méndez se mandó al ataque en tiempo de descuento y liberó su zona, donde finalmente se originó el empate del Patrón y el lamento de todo Newell's.