El Ministerio de Trabajo bonaerense ordenó la conciliación obligatoria y de esta manera los delegados de los trabajadores de la Línea 60 levantaron el paro por tiempo indeterminado que había comenzado el lunes a la medianoche. En un comunicado oficial, advirtieron que continúan en "asamblea permanente".

La medida afectó durante la mañana y la tarde del lunes a todos los ramales de la línea. Además, los conductores llevaron adelante cortes en el kilómetro 42 de Panamericana ramal Campana. Los choferes reclaman la reincorporación de trabajadores que fueron despedidos por motivos sindicales o discriminatorios.

¿Por qué hubo paro en la línea 60? 

Desde el cuerpo de delegados de la línea 60 señalaron que en los últimos meses el Grupo DOTA llevó adelante "numerosos despidos de carácter discriminatorio, entre ellos el de candidatos y delegados electos" del sindicato.

Además, precisaron que la empresa busca flexibilizar las condiciones laborales de sus trabajadores para aumentar sus ganancias y rechazaron "ser la variable de ajuste".

Asimismo, agregaron que el conflicto se da en el marco de la disputa por subsidios con el Gobierno nacional, que pretende traspasar a la órbita porteña 32 líneas de colectivo que inician y terminan su recorrido dentro de la Ciudad de Buenos Aires.

El traspaso de colectivos de Nación a CABA

Lo que está en la mira es el traspaso de 32 líneas de colectivos que en 2021 demandaron 14.600 millones de pesos para subsidiar a unidades que circulan exclusivamente en la Ciudad de Buenos Aires, la única jurisdicción del país que recibe subsidios por colectivos internos. Nación busca recuperar ese monto para destinarlo al Fondo compensador al Transporte Público con el que asiste a los colectivos del resto del país.

El 8 de junio las autoridades del Ministerio de Transporte de la Nación y del Gobierno porteño mantuvieron un encuentro para discutir el traspaso, pero no lograron alcanzar un acuerdo. Según develaron fuentes de la cartera nacional, la Ciudad demoró las devoluciones al texto borrador.

La propuesta presentada por las autoridades nacionales contempla un traspaso escalonado, en el cual la Ciudad vaya asumiendo su competencia y participación en el sostenimiento del transporte. De esta manera, la Ciudad queda habilitada a ejercer "en forma exclusiva" la competencia y fiscalización de los servicios públicos de transporte de pasajeros dentro de su territorio, y a fijar las tarifas del servicio de forma unilateral.

A su vez, será responsable de los créditos y deudas posteriores a la fecha del traspaso y de la coordinación de los recorridos de las líneas en cuestión. Una vez aceptado el acuerdo, la Ciudad asumirá el compromiso de enviarlo a la Legislatura para su aprobación. 

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