La última condena que recibió el represor Jorge Rafael Videla fue dictada por el Tribunal Oral Federal Nº 6 de la Capital Federal hace 10 años. A sus 87 años, Videla recibió una pena de 50 años de cárcel por haber cometido delitos de lesa humanidad al secuestrar y ocultar, al menos, a 20 niños menores de 10 años, robarles su identidad y en algunos casos también hacer desaparecer o matar a sus madres. La importancia de este fallo fue que los jueces entendieron que se trató de un plan sistemático implementado por el gobierno de facto.

El fallo del tribunal, integrado por los magistrados María del Carmen Roqueta, Julio Luis Panelo y Domingo Luis Altieri, también dispuso 30 años de prisión para el genocida Jorge "El Tigre" Acosta, 15 años de condena para Reynaldo Benito Bignone, entre otras penas de entre 5 a 40 años de cárcel para otros partícipes del plan de exterminio que se llevó adelante en Argentina entre 1976 y 1983 sobre una parte de la población con la excusa de combatir la subversión.

La muerte encontró a Videla unos meses más tarde de aquella condena, el 17 de mayo de 2013, en una cárcel común en Marcos Paz. Días antes de su fallecimiento había manifestado diversos dolores de espalda y estomacales, según el relato de sus guardia cárceles. Luego, la autopsia oficial indicó que el genocida "murió por pequeñas fracturas internas que derivaron en hemorragias, una embolia pulmonar y luego un paro cardíaco".

El reclamo por cárcel común

"Un día como hoy, hace 10 años, llegaba a su fin la causa Plan Sistemático de Apropiación de Menores, emblema de la lucha de Abuelas. Hoy seguimos reclamando Memoria, Verdad y Justicia. Y buscando a lxs nietxs que faltan", publicaron en sus redes las Abuelas de Plaza de Mayo.

Mientras que desde la Garganta Poderosa, aseguraron que la lucha para juzgar a los culpables y que cumplan sus condenas en una cárcel común continúa y celebraron el trabajo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. "No toleramos el 2x1 a genocidas, ni la prisión domiciliaria, ni el silencio que se llevó a la tumba Etchecolatz", remarcaron desde la agrupación. 

El sábado 2 de julio, el exdirector de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz murió a los 93 años en una clínica de San Miguel. Tenía múltiples sentencias a prisión perpetua por diversos crímenes de lesa humanidad. Además, estuvo involucrado en la segunda desaparición de Jorge Julio López y el secuestro de Clara Anahí, la nieta de la fundadora de Abuelas, Chicha Mariani.


Una búsqueda de 45 años

Durante el juicio por el robo de bebés, Videla nunca se mostró arrepentido por los delitos que cometió, sino todo lo contrario. En reiteradas oportunidades reivindicó su accionar y el de las fuerzas represivas y nunca develó datos que ayuden a los organismos de derechos humanos a encontrar a sus familiares. Incluso, en sus palabras finales aseguró que las mujeres secuestradas "eran terroristas".

Hace poco más de 3 años, el 16 de junio de 2019, Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de la identidad del nieto 130. Javier Matías Darroux Mijalchuk fue secuestrado a pocas cuadras de la ESMA por el aparato represor del Estado cuando era un bebé de cinco meses. Desde ese momento, su identidad fue sustituida y dado en adopción a una familia de Buenos Aires que en 1999 se mudó a Córdoba.

Desde los últimos años del gobierno de facto hasta la actualidad 130 nietos y nietas recuperaron su verdadera identidad. Quienes nacieron entre 1975 y 1983 y tienen dudas sobre su identidad pueden comunicarse con Abuelas de Plaza de Mayo o la CONADI para cotejar las pruebas con los disponibles en el banco de datos genéticos.