"El Tribunal falló mi absolución por legítima defensa. A pesar de ello no soy libre, mi ex pareja tenía muchos contactos por su actividad de narcotraficante", advirtió Mafalda Secreto, la mujer que mató de un tiro y descuartizó a su pareja, José Luis Arenas, en 2019 y que ayer fue absuelta del cargo de homicidio porque la Justicia consideró que actuó en legítima defensa. La mujer señaló, además, que "siguen en riesgo mi familia y los testigos que declararon" en el juicio.

En una carta dada a conocer por su abogada, Secreto lamentó que su nombre "es tristemente conocido por un homicidio que me vi obligada a cometer ante una situación excepcional y extrema", y explicó que resolvió "no dar entrevistas" periodísticas para proteger a sus seres queridos.

En el texto, dado a conocer por la abogada de la mujer, Raquel Hermida Leyenda, Secreto recordó cómo Arenas la intimidaba. "Me amenazaba con delincuentes y hasta con el mismo Ministerio Público. Importantes Estudios Jurídicos y Escribanías lo protegían", detalló. 

"Por eso y para protegerlos decidí no dar entrevistas. Espero sepan comprender mi situación de vulnerabilidad que puede extenderse más allá de Casación. Muchísimas gracias y mil disculpas", escribió.

"Sucedió en contexto de legítima defensa"

Ayer, el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Pergamino, integrado por los jueces Guillermo Mario Burrone, Gladys Hamué y Alejandro Salguero, absolvió a Secreto luego de que considerar que, con su accionar, ella "se defendió" de los ataques constantes de violencia de género de los que era víctima.

"No es cierto que haya contado con otra salida, este hecho sucedió en un contexto de legítima defensa", señaló el tribunal en los fundamentos.

En la sentencia, que fue dada a conocer ayer y que coincidió con lo solicitado por la abogada defensora, los jueces consideraron la situación de violencia de género que llevaba adelante Arenas, quien "controlaba y disponía de la vida de Secreto".

La mujer "padecía violencias de todo tipo, de manera reiterada, constante y en aumento" y se encontraba en "una clara posición de inferioridad física y psíquica respecto de su agresor". 

La resolución explica que los jueces debieron "redefinir la necesidad de la acción defensiva" e instaron a "buscar otro tipo de resolución" a la propuesta del fiscal Ignacio Uthurry, quien en los alegatos había pedido que Secreto fuera condenada a 18 años de prisión por "homicidio agravado por la relación de pareja en estado de emoción violenta".

"Las agresiones constantes que sufría Secreto generaban un peligro latente para sus bienes jurídicos, por lo que, ante esa situación de peligro, era posible emprender una acción defensiva en cualquier momento. Secreto utilizó el único medio del que dispuso para terminar con los ataques en su contra y proteger su integridad psicofísica", concluyeron los magistrados.

El hallazgo de Arenas

Arenas fue hallado asesinado y descuartizado el 1 de junio de 2019 en una casa ubicada en la calle 11 entre 50 y 51, de Colón, una localidad a 50 kilómetros de Pergamino.

Los investigadores establecieron que esa mañana Secreto fue a casa de su hermano para decirle que había asesinado a su pareja y que necesitaba ayuda para deshacerse del cadáver. Horas después, el hombre se presentó en la comisaría local para informar el homicidio a la Policía.

Cuando la policía fue a casa de Secreto, ella reconoció el hecho, por lo que fue trasladada a la seccional, mientras que los peritos hallaron el cadáver de Arenas en un galpón ubicado al fondo del terreno.

El cuerpo estaba tapado con la lona de una pileta, boca abajo y descuartizado. De acuerdo con la autopsia, Arenas había muerto a causa de un balazo en el maxilar derecho.