Un estudio científico publicado en la revista Molecular Psychiatry afirma que si se minimizara el estrés laboral, podrían reducirse casi un 20 por ciento los casos de trastornos depresivos. El informe precisa además qué patologías y enfermedades podrían disminuir si se modifican hábitos como la incorporación del deporte de forma adecuada.

El nuevo estudio llega en un momento en que la salud mental adquirió un gran protagonismo a nivel mundial, en parte por el impacto que produjo la pandemia de covid y el modo en que el aislamiento afectó a las personas; y también por los ritmos estresantes y la aparición y aumento de casos de burnout o “síndrome del quemado”.

Según el estudio publicado por la revista Molecular Psychiatry, si se redujera el estrés laboral se reducirían un 18 por ciento los casos de trastornos depresivos.

Sin embargo, no es el único llamado de atención: también se analizan qué otros factores de riesgo modificables podrían evitar otras patologías o enfermedades de salud mental. Según publicó El País, si se evitaran las “adversidades infantiles”, como abusos o maltrato, podrían disminuir un 38 por ciento los casos de esquizofrenia.

Si se practicara ejercicio físico de forma regular y constante, se reducirían un 15 por ciento los casos de Alzheimer en el futuro”, indicó uno de los investigadores a cargo del estudio, Joaquim Raduà, del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, del Hospital Clínic de Barcelona.

Respecto del estrés laboral, otro de los autores del estudio, Celso Arango, jefe de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, afirmó que a priori el estrés podría ser algo bueno para el cuerpo, aunque aclaró que “en su justa medida”. “El estrés crónico, mantenido, produce insomnio, ansiedad y cuadros depresivos”, sostuvo.

Los autores también indicaron que también influyen factores genéticos y el ambiente. “A veces hay un reduccionismo de que todos los trastornos mentales son por temas sociales y no es así”, señaló Raduà. Sin embargo, aclaró que “si se pudiese actuar sobre los factores de riesgo, se podrían evitar casos” de trastornos depresivos.

“Si el estrés laboral se reduce al 50 por ciento, habría un 8 por ciento menos de patología depresiva”, indicó Arango.

La cuestión del estrés no es un punto menor en todo el planeta. De hecho, la Organización Mundial de la Salud incorporó el “burnout” o “síndrome de desgaste profesional” a la Clasificación Internacional de Enfermedades, y señaló que se trata de un problema asociado al trabajo.

Incluso, los especialistas creen que el burnout puede desencadenar en trastornos más graves, como ansiedad o depresión, aunque advierten también que se puede anticipar y prevenir. Uno de los modos es mantener un estilo de vida saludable y propiciar momentos para desconectar del trabajo, así como informar situaciones de agotamiento extremo a los superiores.