El exjuez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni cuestionó este miércoles la actitud de la oposición tras el cambio en el gabinete nacional, con la salida del ministro de Economía de Martín Guzmán y la asunción de Silvina Batakis, que fue acompañada por una corrida especulativa, acopio de mercaderías y suba de precios. 

Para el abogado, “los medios monopólicos aprovecharon para teñir todo de extremo dramatismo”. En este contexto, cuestionó que “incluso un senador llegó a hablar del expresidente, con una clarísima intencionalidad destituyente”.

Zaffaroni explicó en AM750 que este escenario de “dramatismo” se monta un contexto en el que, en realidad, “cambiar un ministro, dar una reorientación a la política económica, por difícil que sea la situación en que se vaya, no deja de ser institucionalmente algo que es más o menos normal en cualquier democracia”.

Para el exjuez esto es así “por mucho que una oposición despiadada, inescrupulosa, odiadora, muestre sus dientes y abra su fauces destituyentes exhibiendo a las claras unas perversas intenciones políticas con total desprecio de la institucionalidad”.

El contexto

Por AM750, Zaffaroni advirtió que no se puede "pasar por alto que en nuestra región vivimos otros sucesos de mucha mayor gravedad, a los que también debemos prestar atención. O quizá más atención". "Porque lo que nos sucede a los argentinos, son solo nuestras propias versiones de un panorama colonial de toda la región”, indicó.

Para el exmagistrado el colonialismo actual es financiero. “Nos controla y usurpa nuestra soberanía es endeudándonos. Hoy Beresford no baja del barco y le tiramos aceite caliente, si es que eso fue verdad. Sino que tiene pasaporte nacional". "En nuestro caso argentino, se sentó cuatro años en la Casa Rosada para endeudarnos y cuando le decíamos al pueblo lo que estaba haciendo, nos decía que éramos destituyentes y golpistas”, agregó.

“Este es el tardío colonialismo de nuestros días. Y una expresión con otro folclore de este colonialismo la tenemos en estas semanas en Ecuador. Lasso está endeudando aceleradamente al Ecuador y su mandato presidencial es resultado de la gestión de su predecesor, Lenín Moreno, quien valiéndose de un plebiscito aberrante, se hizo de la suma del poder público, reemplazó a jueces y fiscales, y en un vergonzoso lawfare condenaron a Rafael Correa en el llamado Caso Soborno”, concluyó.