El juicio por el homicidio del personal trainer Marcos Guenchul terminó esta tarde con dos condenas y una abolución. El tribunal compuesto por Facundo Becerra, Carlos Leiva y Mariano Aliau resolvió por unanimidad que Caio Soso sea condenado a la pena de 20 años de prisión como autor intelectual del delito de homicidio con dolo eventual. La misma pena recayó sobre Maximiliano Panero, acusado como autor material del hecho cometido en junio de 2019. En tanto, Priscila Denoya, expareja de Guenchul, y madre de su hija, fue absuelta por el beneficio de la duda, por decisión de la mayoría.

El crimen de Guenchul se cometió en julio de 2019, en Mendoza al 4900, cuando salió de trabajar en un gimnasio y se dirigía a tomar el colectivo. Los acusados que llegaron a juicio son su expareja y madre de la hija de la víctima y su pareja, como instigadores; y otro hombre sindicado como el sicario. 

Los fiscales indicaron en el inicio del debate que el motivo del hecho fue "el conflicto previo de Priscila con Guenchul, y la intervención de su actual pareja para poder resolverlo, y que él dejara de pedirle e instar para ver a la hija que tenían en común".

Tras el debate, los jueces entendieron que Soso "fue el instigador de la acción emprendida por Panero", con "la intencionalidad de amedrentar a la víctima". En su veredicto indicaron que "la posibilidad de que se produjera el resultado que finalmente ocurrió era una alternativa que Soso se representaba y aceptaba como posible, por lo que debe ser condenado por homicidio agravado por ser cometido con arma de fuego con dolo eventual".

Sobre Panero, indicaron que "emprendió el accionar encomendado, y en algún momento de la secuencia decidió disparar a Guenchul en zonas letales, por lo que su conducta queda abarcada por el dolo directo de homicidio agravado por uso de arma de fuego".

En relación a Denoya -quien declaró el primer día de juicio para despegarse de la acusación- la mayoría del tribunal (Becerra y Aliau) consideró que no se llegó al grado de certeza necesaria para considerarla partícipe del homicidio.